JESUS y EL ESPIRITU

El cuerpo de Cristo 449
te... » 101. De ninguna manera puede decirse que Pablo se refugie
en su autoridad como algo única e inapelablemente suyo. Nadie
puede decir que se ponga por encima de sus comunidades de un
modo autoritario 102. Al contrario, quienes en otro tiempo aceptaron
y consideraron aceptable su condición de apóstol, al convertirse,
tienen que continuar aceptando y dando por auténtica la
autoridad que deriva de esa relación establecida de aquel modo.
En esta relación dinámica sus propias asambleas son, pues, responsables
y tienen que participar en el ejercicio de la autoridad;
piénsese en 1 Co 5, 3-5; 2 Co 2, 6-8. «Apelando al propio juicio
de la comunidad y al sentido de responsabilidad de la misma, toma
muy en serio la libertad de los creyentes, quizás hasta más
seriamente de lo que ellos mismos hubieran esperado» 103.
En tercer lugar, parece que Pablo reconoce que la autoridad
apostólica no es ilimitada en su ejercicio, pues está limitada a
los temas que se relacionan inmediatamente con la misión recibida,
con la tradición que nos ha llegado del Señor, y con la
fundación de la Iglesia en cuestión por él (véase al respecto p.
446). Más allá y por encima de tales asuntos Pablo depende de
la inspiración del Espíritu y de la evaluación que la comunidad
haga de esa inspiración, en la misma medida que cualquiera que
«tenga el Espíritu», sea «espiritual» o haya recibido un carisma
de profecía o magisterio. Centrándose en los planes que tiene de
visitar una iglesia que él no fundó, no piensa el viaje como instrucción
apostólica, sino que habla más bien del carisma que
espera que se dé a través de él para beneficio mutuo (Rm 1, 11).
Refiriéndose, por el contrario, al ser de apóstol o a la autoridad
apostólica, especialmente, no habla jamás de carisma 104; habla
101. Autbority, 47; véase también Lindsay 49; Hasenhüttl 77-83.
102. En contraposición con los «falsos apóstoles» de 2 Co 10-13.
103. Autbority, 50; d. C. K. BARRETT, Signs, 41 s.; J. HAINZ, 54-57.
293 s. Adviértase el parón de tó pnéumati bós parón de 1 Co 5, 3. Pablo
es evidente que piensa que no está bien el ejercer su autoridad a
distancia, el único modo de ejercerla bien es hacerlo desde dentro de
la comunidad (donde puede ser controlada y confirmada por la comunidad).
104. J. WOBBE, 73 s.; H. VON CAMPENHAUSEN, Autbority, 33 nota 12;
295; G HASENHUTTL, 77 nota 1. Contra F. BÜCHSEL, Geist, 335; E.
KASEMANN, ENTT 81; R. SCHNACKENBURG, Apostles, 300; K. KERTELGE,
Gemeinde, 105; J. HAINZ, 339 nota 1. H. SCHÜRMANN, Gnadengaben,
245 s., llama al apostolado la «esencia y culmen (Inbegriff und Spitze)
de todos los 'ministerios' y 'carismas'»; sobre «Spitze» se puede discutir,
pero no sobre «Inbegriff»,
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