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JESUS y EL ESPIRITU

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Jesús y el Espíritu<br />

Después de todo, la viña de Isaías (Is 5), la fuente de inspiración<br />

más probable de la parábola de Marcos 12, es en sí misma<br />

una alegoría 128. De la misma manera, la amenaza de castigo y<br />

juicio es simplemente una variante de las amonestaciones de<br />

Jesús contra el recbazo de su mensaje (d. Mt 12, 41 s.; Le 11,<br />

31 s.; Le 13, 6-9) Y no puede utilizarse como un argumento para<br />

negar la parábola como propia de Jesús 129. El problema principal<br />

está en la referencia al «hijo amado» (uion agapetán: Mc<br />

12, 6) y a su muerte, ya que el conjunto significa algo así como<br />

la representación de la Historia de la Salvación propia de la<br />

Iglesia primitiva. Sin embargo, la versión más sencilla de la<br />

parábola en el Evangelio de Tomás (logion 65) y la ausencia de<br />

agapetán en la variante de Mateo (21, 37) sugieren fuertemente<br />

la elaboración hasta un cierto punto por la Iglesia primitiva de<br />

una parábola original de Jesús 130. Además, existe una prueba<br />

doble y buena de que Jesús se consideró a sí mismo situado en<br />

línea profética y que esperaba una muerte violenta 131. Así viene<br />

a ser totalmente posible que Jesús pronunciara esta parábola<br />

refiriéndose a su propia misión bajo la figura alegórica del hijo<br />

del dueño 132. En cuyo caso, Marcos 12, 6 testifica la manera normal<br />

según la cual Jesús se consideró a sí mismo como el Hijo<br />

de Dios. Por otra parte, el pasaje no afirma nada acerca del «pro-<br />

Black 1962, 149 S.; Mark 4, 1-20 Yet Once More, en Neotestamentica et<br />

Semitica: Studies in Honour 01 Principal Matthew Black, ed. E. E. Ellis<br />

& M. Wilcox, T. & T. Clark 1969, 95-113; ]. DRURY, The Sotoer, tbe<br />

Vineyard, and the Place 01 Allegory in tbe Interpretation 01 Mark's Parables,<br />

JTS NS 24 (1973) 367-79. Véase también luego nota 132.<br />

128. C. K. BARRETT, [esas 27: ««Un judío no podría contar una<br />

historia sobre una viña sin meterse en la alegoría (cf. Is 5, 7)>>.<br />

129. En contra de W. G. KÜMM<strong>EL</strong>, Gleichnis 213 s.<br />

130. C. H. DaDD, The Parables 01 the Kingdom, Religl'ious Book<br />

Club 1935, 124-30; J. JEREMIAS, The Parables 01 [esus, ET SCM Press,<br />

revisada 1963, 70-77; W. GRUNDMANN, Markus 240; VAN lERS<strong>EL</strong> 138.<br />

141 ss.: C. K. BARRETT, [esas 27 s.<br />

131. Véanse aquí pp. 145 ss.<br />

132. Los elementos improbables de la parábola no son obstáculos para<br />

este modo de ver (V. TAYLOR, Mark 472; E. LINNEMANN, Parables 01<br />

[esas, ET SPCK 1966, 28 s.). Sobre la posibilidad de que Jesús adaptara<br />

una parábola judía de un propietario 'y sus malos arrendatarios (Sifre<br />

sobre Dt 32, 9), véase FWSSER, 97 s.; ]. D. M. DERRETT, Allegory and<br />

the Wicked Vinedressers, JTS NS 25 (1974) 426·32. Cf. también E.<br />

SCHWEIZER, TDNT 8, 378 s.; J. BLANK, Die Sendung des Sobnes: Zur<br />

christologischen Bedeutung des Gleicbnisses von den basen Winvern Mark<br />

12, 1-12, en Neus Testament und Kircbe. Für R. Schnackenburg, ed. J.<br />

Gnilka, Herder 1974, 11-41.

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