JESUS y EL ESPIRITU

El cuerpo de Cristo 439
mismo catolicismo romano 72, la cuestión sobre Espíritu y ministerio,
sobre carisma y orden, sigue muy viva y floreciente.
Es evidente que nosotros no podemos extendernos en ese
debate. Nuestro tema es la experiencia religiosa de la cristiandad
primitiva y tenemos que limitarnos a examinar el modo que
Pablo tenía de afrontar el ejercicio de la autoridad dentro de
la comunidad en relación con los carismas, especialmente a la
vista de los peligros de la anarquía carismática, como ya dijimos
(§ 46). Las cuestiones que se nos plantean son las siguientes:
/Consideraba Pablo la autoridad como un carisma o como una
función del ministerio?; o sea, la fuerza de una decisión, ¿se
debía al oficio del que hablaba o a la inspiración de que gozaba
al hablar? Y en quién veía Pablo concretizada la autoridad:
¿en un individuo situado por encima de la comunidad o dentro de
ella?, ¿en un grupo dentro de la comunidad?, ¿en la comunidad
en cuanto tal?, ¿en una combinación de todos estos elementos?
Como es imposible separar las dos cuestiones planteadas, vamos
a examinarlas fijándonos sucesivamente en las últimas alternativas
mencionadas: la autoridad de los apóstoles, la de los distintos
ministerios y la autoridad de la comunidad.
47.2. ¿Quiénes eran los 'apóstoles' de 1 Co 12, 28? En 1 Co
12, 27 s.: «Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo y cada uno
es miembro de él. Y Dios los estableció en la Iglesia primero
apóstoles, luego profetas, luego doctores...». Por aquí tenemos
que comenzar. A los miembros incontrolados de la Iglesia de
Corinto Pablo les recuerda que si es verdad que todos los miembros
son indispensables los unos para los otros, sin embargo,
dentro de la comunidad cristiana, Dios confiere una importancia
especial y distinta a tres funciones. En primer lugar, los apóstoles
(d. también Ef 4, 11). ¿Pero quiénes eran estos apóstoles?
¿y cuál era su autoridad?
¿Quiénes eran los apóstoles de 1 Co 12, 28? Un estudio del
uso que Pablo hace del término «apóstol» muestra que lo entiende
72. K. y D. RANAGHAN, Catholic Pentecostals, Paulist Press 1969;
E. D. O'CONNOR, The Pentecostal Movement in the Catholic Cburcb,
Notre Dame 1971; D. L. GELPI, Pentecostalism. A Theological Viewpoint,
Paulist Press 1971; F. A. SULLIVAN, The Pentecostal Movement,
Gregorianum 53 (1972) 237·65: E. SULLIVAN, Can tbe Pentecostal Move·
ment Renew the Churches?, Britisch Council oí Churches 1972; varios
artículos en· One Body in Christ 7 (1971) núm. 4. y 9 (1973) núm. 1.
Véase también aquí cap. 3 nota 2.