JESUS y EL ESPIRITU

362 Jesús y el Espíritu
conviccion peculiar y el impulso en una situación concreta, no
necesariamente independiente de normas exteriores, pero tampoco
dependiente necesariamente de ellas. De un modo semejante, el
intento de reducir el concepto de dirección en Pablo al nivel del
estudio de la Biblia, interpreta equivocadamente a Pablo desde
un nivel fundamentalista, y corre el riesgo grave de caer de
nuevo en el formalismo judío 136, del que la experiencia del Espíritu
liberó a Pablo.
40.6. Finalmente, bajo el título de revelación debemos considerar
el uso de pbaneráo en 2 Ca 2, 14; 3, 3; 4, 10 s.; particularmente
4, 10 s.: « ...llevando siempre en el cuerpo el (suplicio)
mortal de Cristo, para que la vida de Jesús se manifieste
(phanerathé) en nuestros cuerpos. Mientras vivimos, estamos
siempre entregados a la muerte por amor de Jesús, para que la
vida de Jesús se manifieste (phanerathé) también en nuestra carne
mortal». Nos encontramos aquí con los estratos profundos del
llamado «Cristo-misticismo» de Pablo, y debemos esperar una
ulterior consideración de estos pasajes en el cap. IX. Por el momento,
podemos advertir sencillamente que Pablo concibe la
revelación como realizándose también a través del talante de su
vida y ministerio. Dios y Jesús resucitado se manifiestan ellos
mismos no sólo en visión, o palabras proféticas, o convicciones
carismáticas, sino también a través de la existencia real de Pablo
en su carácter de agonía y de vida. Existen aquí consecuencias
importantes para la comprensión de la experiencia religiosa y del
Espíritu carismático que examinaremos en el cap. IX.
41. Palabra inspirada
«El Espíritu y la palabra se dan juntamente» 137. Esto fue
verdadero en la comunidad más primitiva, como vimos anteriormente
(pp. 277 s.), y ciertamente es también verdadero para
136. Véase A. ÜEPKE, TDNT 3. 577 s.
137. H. BERKHoF, The Doctrine 01 the Holy Spirit, Epworth 1965,
36; así G. FRIEDRICH, Geist und Am!, Wort un Dienst, NF 3 (1952) 68;
d. F. GRAU, 265; J. SCHNIEWIND, «Todos los carismas son carismas de la
Palabra (Wortcharismen)>>, citado por FRIEDRICH, 81; R. BULTMANN, Tbeology
rr, 97; G. EICHHOLZ, Was beisst cbarismatiscbe Gemeinder, TheolEx
77, Munich 1960, 18, haciendo uso de las ideas de 1 Co 1, 5-7a, dice que
Jos carismas son funciones para las que los creyentes son capacitados mediante
la palabra proclamada. 1 P 4, 10 s. habla únicamente de dos carismas:
«el que habla» y «el que sirve».