JESUS y EL ESPIRITU

La experiencia de Jesús acerca de Dios. El Espíritu 109
c) Así como los verso 5, 6 están unidos, del mismo modo
lo están también los verso 4b y 5. La asociación en el verso 4b de
«oír» y «ver» es extraña en el contexto de la expectación judía
de la plenitud de los tiempos, y bien pudo haber sido característica
de Jesús en referencia a las palabras y acciones de su ministerio,
como nuevamente da a entender Lucas 10, 23 S. / Mateo
13, 16 S. en unión con Mt 11, 4 / Le 7, 22 99 • Si esto es así,
entonces el verso 4b difícilmente puede mantenerse en sí mismo
sin el verso 5, y ambos deben de ser considerados con toda probabilidad
como palabras auténticas de Jesús.
d) El verso 4b implica la referencia a Juan, y surge la posibilidad
de que la pregunta: «¿eres tú el que ha de venir»? fuera
hecha ciertamente a Jesús durante su vida por los discípulos del
Bautista. Esta posibilidad aumenta desde estas dos consideraciones:
en primer lugar, debemos preguntar: ¿cuándo surgió la pregunta
de Mateo 11, 3? La respuesta más obvia es tan pronto
como el carácter de inminencia propio de la predicación de luan
fue suplantado o al menos suplido por el tono de cumplimiento
característico de la predicación de Jesús. Tan pronto como la
presencia del reino fue anunciada, los seguidores del Bautista
preguntarían inevitablemente, ¿dónde se halla el juicio proclamado
por el Bautista como señal principal de la plenitud de los
tiempos? Esta cuestión podría expresarse de la siguiente forma:
¿«Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?»,
porque el que ha de venir estaba para llegar con la plenitud de
los tiempos, y la proclamación de Jesús implicaba evidentemente
que sus obras, particularmente sus exorcismos, probaban la presencia
de la plenitud de los tiempos. La pregunta de Mt 11, 3,
aunque formulada en términos de búsqueda desconcertante o
sarcasmo polémico, se sitúa con mucha naturalidad, en consecuencia,
en la realidad de la vida de Jesús.
En segundo lugar, las palabras de Jesús en los verso 4-6 se
refieren directamente a la pregunta, como se explicó anteriormente.
Pues como Jeremías ha observado, cada uno de los tres
pasajes de Isaías aludidos por Jesús (ls 35,5 s.; 29, 18 s.; 61, 1),
contiene una promesa semejante o advertencia de juicio. Is 35,
4: «He ahí nuestro Dios viene con venganza»; Is 29, 20: «Se
acabaron los tiranos»; Is 61, 2: «Un día de venganza de nuestro
99. Hoffmann 210.