JESUS y EL ESPIRITU

348
] esús y el Espíritu
ciertamente en la asociacion que hace Pablo de revelación con
profecía en 1 Co 14, 6. 26. 30, pues en este capítulo la profecía
se caracteriza precisamente por la comunicación a un nivel racional
en contraste explícito con la no-racionalidad total de la glosolalia
(14, 6-25). La revelación se entiende aquí claramente como
algo que se refiere al entendimiento del hombre tanto como a su
espíritu. Este es también el caso de Ga 2, 2: «Subí, pues, en
virtud de una revelación a Jerusalén», katá apokálypsin. Es completamente
posible que Pablo esté pensando aquí en una orden
concreta dirigida a él mismo por un oráculo profético revelado
bajo inspiración, en el culto de la asamblea o en una reunión
menos formal de oración (cf. Hch 13, 2; 16, 6 s.; pp. 279 s.,
285).
Un examen de las revelaciones racionales debe incluir la comprensión
de «ciencia» (gnósis) y «sabiduría» (sophía), en Pablo.
Su espacio dentro del misterio ideológicamente complejo de la
revelación es suficientemente evidente en 1 Co 2, 7. 10 (parte
de la consideración de sophía en 1 Co 1, 17-2, 16), Y en 1 Co
13, 2; 14, 6. Y él incluye expresamente «palabra / expresión de
sabiduría» y «palabra / expresión de ciencia» (lógos sopbias, lógos
gnóseos) entre los charismata de 1 Co 12, 8·10. Pero ,para
comprender lo que entiende Pablo con estas últimas frases debemos
clarificar su comprensión de gnósis y de sopbia.
No obstante, gnósis y sopbia ofrecen dificultades especiales.
No es sencillo conseguir una idea clara de 10 que Pablo entiende
con ellos. Esto se debe, particularmente en las cartas a los corintios,
a que no son una expresión fruto de la propia elección de
Pablo, sino que su uso fue motivado en gran medida por la situación
propia de Corinto, a la que él se dirigía. Como se reconoce
ahora fácilmente dentro de los estudios neotestamentarios, p,nósis
y sophía son los slogans de la facción de Corinto opuesta a
Pablo 95. Pablo aceptó estos conceptos en el primer puesto, debido
95. Véase W. SClIMITIIALS, Gnostieism 141·55; C. K. BARRETT, Christianity
at Corintb, B]RL 46 (1963·64) 275-86, Y los autores mencionados
luego en nota 105. Respecto de las cuestiones más amplias de si deberíamos
hablar de «oponentes», de «facción» o «facciones», de «gnósticos»
o «Gnósticos». o si deberíamos prescindir totalmente de esa terminología,
véase K. MUNCK, Paul, cap. 5; j. C. HURD 96-107; N. A. DAHL,
Paul and the Cburcb al Corintb according to I Corinthians 1, 10-4, 21,
en Christian History and Interpretation, Knox Festschrift, cap. 15; R.
McL. WILSON, How Gnostic toere tbe Corintbiansr, NTS 19 (1972-73)
65-74; S. ARAI, Die Gegner des Paulus im I Korintberbrie! und das Pro-