09.05.2013 Views

Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Edouard Schure – <strong>Los</strong> <strong>Grandes</strong> <strong>Iniciados</strong><br />

futuras, bien por una introspección <strong>del</strong> pensamiento de los vivos que contiene<br />

en germen las acciones futuras, bien por la influencia oculta de espíritus<br />

superiores que desarrollan el porvenir en imágenes vivas ante el alma <strong>del</strong><br />

clarividente. En los dos casos son proyecciones de pensamientos en la luz<br />

astral. En fin, el éxtasis se define como una visión <strong>del</strong> mundo espiritual, en<br />

que espíritus buenos o malos aparecen al vidente bajo forma humana y<br />

comunican con él. El alma parece realmente transportada fuera <strong>del</strong> cuerpo, que<br />

la vida casi ha dejado y que se agarrota en una catalepsia vecina de la muerte.<br />

Nada puede igualar, según las narraciones de los grandes extáticos, a la<br />

belleza y esplendor de esas visiones, ni al sentimiento de inefable fusión con<br />

la esencia divina, que de ellas traen, como una embriaguez de luz y de música.<br />

Se puede dudar de la realidad esas visiones. Pero es preciso añadir que si en el<br />

estado medio de la clarividencia, el alma tiene una percepción justa de los<br />

lugares lejanos y de los ausentes, es lógico admitir que, en su más alta<br />

exaltación, pueda tener la visión una realidad superior e inmaterial.<br />

Será, según nosotros, la labor <strong>del</strong> porvenir, devolver a las facultades<br />

trascendentes <strong>del</strong> alma humana su dignidad y su función social,<br />

reorganizándolas bajo la fiscalización de la ciencia y sobre las bases de una<br />

religión verdaderamente universal, abierta a todas las verdades. Entonces la<br />

ciencia, regenerada por la verdadera fe y por el espíritu de caridad, alcanzará,<br />

con los ojos abiertos, a esas esferas en que la filosofía especulativa yerra con<br />

los ojos vendados y tanteando. Sí, la ciencia se volverá vidente y redentora, a<br />

medida que aumente en ella la conciencia y el amor a la humanidad. Y quizá<br />

sea por “la puerta <strong>del</strong> ensueño y de los sueños”, como decía el viejo Homero,<br />

por donde la divina Psiquis, desterrada de nuestra civilización y que llora en<br />

silencio bajo su velo, vuelva a la posesión sus altares.<br />

Sea de ello lo que quiera, los fenómenos de clarividencia, observados en<br />

todas sus fases por sabios y médicos <strong>del</strong> siglo XIX, lanzan una nueva luz<br />

sobre el papel de la adivinación en la antigüedad, y sobre una multitud de<br />

fenómenos, en apariencia sobrenaturales, que contienen los anales de todos los<br />

pueblos. Ciertamente, es indispensable <strong>del</strong>imitar la parte que pueda haber de<br />

leyenda y de historia, de alucinación o de visión verdadera. Pero la psicología<br />

experimental de nuestros días nos enseña a no rechazar en masa hechos que<br />

están en la posibilidad de la naturaleza humana, a a estudiarlos desde el punto<br />

de vista de las leves comprobadas. Si la clarividencia es una facultad <strong>del</strong> alma,<br />

ya no hay derecho a rechazar pura y simplemente al dominio de la<br />

superstición, a los profetas, oráculos y sibilas. La adivinación ha podido ser<br />

conocida y practicada en los templos antiguos con principios fijos, con un fin<br />

228

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!