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Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

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Edouard Schure – <strong>Los</strong> <strong>Grandes</strong> <strong>Iniciados</strong><br />

PLATÓN<br />

LOS MISTERIOS DE ELEUSIS<br />

Después de haber tratado de hacer revivir en Pitágoras al más grande de<br />

los iniciados de la Grecia y a través de él el fondo primordial y universal de la<br />

verdad religiosa y filosófica, podríamos no hablar de Platón, que no ha hecho<br />

más que dar a aquella verdad una forma más fantástica y más popular. Más, he<br />

aquí la razón que nos detendrá un momento ante la noble figura <strong>del</strong> filósofo<br />

ateniense:<br />

Sí, hay una doctrina madre y síntesis de las religiones y de las filosofías.<br />

Ella se desenvuelve y profundiza en el curso de las edades; pero el fondo y el<br />

centro permanecen los mismos. Hemos encontrado sus grandes líneas. ¿Basta<br />

esto?. No; es preciso mostrar además la razón providencial de sus formas<br />

diversas, según las razas y las edades. Es preciso restablecer la cadena de los<br />

grandes iniciados, que fueron los verdaderos Maestros de la humanidad.<br />

Entonces la fuerza de cada uno de ellos se multiplicará por la de todos los<br />

demás, y la unidad de la verdad aparecerá en la diversidad misma de su<br />

expresión. Como todas las cosas, Grecia ha tenido su aurora, su pleno sol y su<br />

decadencia. Es la ley de los días, de los hombres, de los pueblos, de las tierras<br />

y de los cielos. Orfeo es el iniciado de la aurora, Pitágoras el <strong>del</strong> mediodía,<br />

Platón el <strong>del</strong> poniente de la Helenia, poniente de púrpura ardiente que viene a<br />

ser lo rosado de una aurora nueva, la de una humanidad. Platón sigue a<br />

Pitágoras, como en los misterios de Eleusis el portaantorchas seguía al gran<br />

Hierofante. Con él vamos a penetrar otra vez más y por un camino nuevo, a<br />

través de las avenidas <strong>del</strong> santuario, hasta el corazón <strong>del</strong> templo, para la<br />

contemplación <strong>del</strong> gran arcano.<br />

Pero antes de ir a Eleusis, escuchemos un instante a nuestro guía, el<br />

divino Platón. Que nos haga ver él mismo su horizonte natal; que nos cuente<br />

la historia de su alma y nos conduzca al lado de su maestro querido.<br />

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