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Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

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Edouard Schure – <strong>Los</strong> <strong>Grandes</strong> <strong>Iniciados</strong><br />

cabo de las edades, por el completo descenso <strong>del</strong> Espíritu en la carne.<br />

El antiguo budismo y el pesimismo contemporáneo afirman que todo<br />

deseo, toda forma, toda vida, toda conciencia son un mal y que el único<br />

refugio es la total inconsciencia. Su felicidad es completamente negativa.<br />

El ario considera la lasitud de vivir como una cobardía. Cree en una<br />

felicidad activa en la expansión de su deseo, como en la soberana felicidad <strong>del</strong><br />

amor y <strong>del</strong> sacrificio. Para él las formas efímeras son mensajeras de lo divino.<br />

Cree, pues, el ario en la posibilidad de la acción y de la creación en el<br />

tiempo con la conciencia <strong>del</strong> Eterno. Habiéndolo experimentado y vivido,<br />

siente su alma parecida a una nave siempre flotante en medio de la tempestad.<br />

Es el único reposo, la divina calma a que aspira.<br />

En una palabra. En el concepto ario, la desaparición <strong>del</strong> universo<br />

visible, lo que el indo llama el sueño de Brahmá, no será otra cosa que un<br />

sueño inenarrable, un silencio <strong>del</strong> Verbo recogiéndose en sí mismo para oír<br />

cantar las armonías íntimas con sus miríadas de almas y preparándose para<br />

una nueva creación.<br />

* * *<br />

Pero no seamos demasiado injustos con la India y su Buda, porque ellos<br />

nos han legado el tesoro de la más antigua sabiduría. Tributémosles, al<br />

contrario, el culto de la gratitud debida a los más remotos antepasados y a los<br />

primitivos misterios religiosos de nuestra raza.<br />

Cuando la mujer inda subía a la pira de su esposo y la mortífera llama la<br />

alcanzaba, echaba a sus hijos su collar de perlas en postrera señal de<br />

despedida.<br />

Así la India agonizante, sentada sobre la tumba de sus héroes arios,<br />

lanza hacia el joven Occidente la religión de la piedad y la idea fecunda de la<br />

reencarnación.<br />

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