09.05.2013 Views

Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

Los Grandes Iniciados - Artículos del Escritor Laab Akaakad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Edouard Schure – <strong>Los</strong> <strong>Grandes</strong> <strong>Iniciados</strong><br />

Un postrera exclamación brota <strong>del</strong> pecho <strong>del</strong> crucificado con<br />

estridencias de clarín o semejante al simultáneo desgarrar de las cuerdas de un<br />

arpa. Tan terrible y poderoso fue aquel grito, que los legionarios romanos<br />

retrocedieron balbuciendo: “¿Sería acaso el Hijo de Dios?”.<br />

Ha muerto Cristo y, sin embargo, Cristo está vivo, ¡Más vivo que<br />

nunca!. A los ojos de los hombres, no resta de él más que un cadáver<br />

suspendido bajo un cielo más oscuro que el averno. Pero en los mundos astral<br />

y espiritual, refulge un chorro de luz seguido <strong>del</strong> retumbar de un trueno de mil<br />

ecos.<br />

De un solo ímpetu, el alma de Cristo refúndese en su aura solar seguida<br />

por océanos de almas y saludada por el hosanna de las regiones celestes.<br />

Desde entonces hasta ahora, los videntes de ultratumba y los Elohim saben<br />

que se ganó la victoria, que se ha desvanecido el aguijón de la muerte, que se<br />

ha resquebrajado la lápida que cubre los sepulcros, viéndose las almas flotar<br />

sobre sus esqueletos mondos.<br />

Cristo ha reintegrado su reino con sus poderes centuplicados por su<br />

sacrificio.<br />

Y ya con renovado impulso se halla presto a penetrar en el corazón <strong>del</strong><br />

Infinito, en el burbujeante centro de luz, de amor y de belleza al que llama su<br />

Padre. Pero su compasión le atrae hacia la tierra de la que por martirio ha<br />

devenido dueño.<br />

Una bruma siniestra, un melancólico silencio continúan envolviendo a<br />

Jerusalén. Las santas mujeres lloran sobre el cadáver <strong>del</strong> Maestro. José de<br />

Arimatea le da sepultura. <strong>Los</strong> apóstoles se ocultan en las cavernas <strong>del</strong> valle de<br />

Hinnom, perdida toda esperanza, ya que desapareció el Maestro.<br />

Nada ha cambiado, en apariencia, en el opaco mundo de materia. Y sin<br />

embargo, un singular acontecimiento ha ocurrido en el templo de Herodes. En<br />

el preciso momento en que Jesús expiraba, el espléndido velo de lino, de<br />

jacinto y púrpura teñido, que cubría el tabernáculo, se desgarró de arriba<br />

abajo. Y un levita que pasaba vio en el interior <strong>del</strong> santuario el arca de oro<br />

contorneada por querubines de oro macizo con sus alas tendidas hacia la<br />

bóveda. Y sucedió algo inaudito, porque los ojos profanos pudieron<br />

contemplar el misterio <strong>del</strong> santo de los santos donde el propio pontífice<br />

máximo no podía penetrar más que una vez al año. <strong>Los</strong> sacrificadores echaron<br />

a la multitud temerosos de que presenciara el sacrilegio.<br />

He aquí el significado <strong>del</strong> hecho: la imagen <strong>del</strong> Querubín que tiene<br />

cuerpo de león, alas de águila y cabeza de ángel, semeja la de la esfinge y<br />

simboliza la evolución completa <strong>del</strong> alma humana, su descenso en la carne y<br />

499

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!