28.02.2018 Views

Diccionario_Biblico

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

subterráneas, a la que recurren los árabes cuando se seca la corriente a cielo abierto. Aunque se<br />

haya dado una sequía de dos o tres años, se encuentra agua al cavar (Robinson, Researches, 1:69,<br />

167; Ritter, Erdkunde, 14:161, 185). Los israelitas conocían esta particularidad del desierto (Nm.<br />

21:17, 18). Su emigración en masa no excluía la dispersión de algunos grupos, para aprovechar<br />

todos los recursos del desierto. Por otra parte, los israelitas podían actuar de diversas maneras<br />

para retener el agua. En la estación de las lluvias se dan verdaderas trombas de agua que<br />

desbordan los wadis. Al inicio de la era cristiana, los monjes del Sinaí y los nativos de los parajes<br />

de Cades elevaron diques a través de las barrancas, y cavaron cisternas en las que conservar el<br />

agua. Durante los treinta y ocho años de estancia en el desierto, los descendientes de Abraham,<br />

Isaac y Jacob pudieron hacer perfectamente lo que ya habían hecho sus antepasados: cavar<br />

trincheras y hacer depósitos para el agua de la lluvia. Hay que señalar que un examen del<br />

itinerario de los israelitas en el desierto revela que durante los 38 años de estancia estuvieron<br />

siempre en las lindes de tierra habitada, entre Cades y Ezión-geber (véanse los mapas<br />

correspondientes).<br />

(B) En la antigüedad, la península no estaba totalmente desprovista de árboles. Durante siglos<br />

suministró carbón vegetal procedente de las acacias, y que los árabes no se han molestado en<br />

repoblar. Son numerosos los exploradores del Sinaí que han observado sirviéndose de carbón<br />

vegetal: Bartlett en 1.874 («From Egypt to Palestine»); Burkhardt en 1812 (Erdkunde 14:274,<br />

342). En una época muy anterior, los egipcios explotaban las minas de cobre en los montes del<br />

Oeste y seguían haciéndolo hasta bien después del éxodo de los israelitas. Se servían en<br />

ocasiones de vigas de madera de acacia para sostener los techos de las galerías. La fundición del<br />

mineral, practicada en gran escala, exigía grandes cantidades de leña (cfr. Palmer: «Desert of the<br />

Exodus» 1:205 y 26, 43, 231-235; Erkunde 14:786-787). A este respecto se debe recordar la<br />

desaparición de los grandes bosques de cedros del Líbano y de su consiguiente desertización. No<br />

se puede contemplar el éxodo de Israel y su peregrinación por el desierto desde la perspectiva de<br />

las actuales condiciones de extrema aridez. El desarbolamiento del Sinaí, que ya había empezado<br />

antes del éxodo, y que ha seguido hasta nuestros días, ha sido causa de una variación en la<br />

climatología, con la consiguiente disminución en la precipitación pluvial y el progresivo<br />

secamiento de la península. Cuando había más vegetación, las lluvias se daban en intervalos más<br />

regulares y menos apartados, como sucede con los lugares arbolados. Al llegar el agua con más<br />

regularidad y menos violencia, llenaba los wadis sin arrastrar la tierra ni la vegetación. Las<br />

fuentes eran más numerosas. Los cursos de agua no se desvanecían tan rápidamente, o quizás<br />

había algunos que fueran perennes. Bajo una dirección sabia y previsora por parte de un caudillo<br />

conocedor del desierto y de sus recursos, todo un pueblo podía vivir en esta zona si se llevaba a<br />

cabo una prudente administración del agua.<br />

(d) El itinerario de los israelitas.<br />

Lugares identificados: Sucot, en Egipto, al inicio del viaje. El Arnón, río al que el pueblo llegó al<br />

final de los cuarenta años, después de cruzar el desierto. Cades: Ain Kadis. Allí se estableció el<br />

campamento dos veces. Era el lugar desde donde los israelitas debían pasar directamente a la<br />

Tierra Prometida. Ezión-geber, donde el campamento se hallaba justo antes de la segunda<br />

marcha hacia Cades, y cerca de donde pasaron más tarde al dirigirse hacia el Arnón. El monte<br />

Sinaí es situado, unánimemente, en la península que lleva su nombre. El campamento de Mosera<br />

se hallaba adyacente al monte Hor, en los límites de Edom. Los pozos de Bene-jaacán y del<br />

monte Gidgad se hallaban asimismo cercanos a los límites de Edom. Punón se hallaba al este de<br />

Edom y al noreste de Petra. La identificación de estos lugares permite seguir el itinerario sin<br />

dudas de ningún género. La enumeración que hace Moisés de las etapas del viaje, a partir de<br />

1036

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!