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Diccionario_Biblico

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La primera mención de Egipto en las Escrituras es cuando Abraham fue a morar allí debido a un<br />

periodo de hambre. Se dirigió al mundo en busca de ayuda, y ello condujo al patriarca a una<br />

conducta por la que fue reprendido por Faraón, el príncipe del mundo (Gn. 12:10-20). Toda la<br />

temática cronológica de este período es muy debatida, entrando en juego distintas variables y<br />

diferentes métodos de cálculo. Se puede calcular, sin embargo, que alrededor del año 1700 a.C.<br />

José fue llevado a Egipto, y vendido a Potifar. Siguió su exaltación, con motivo del sueño de<br />

Faraón con respecto al período de hambre que iba a venir sobre la tierra. Courville (ver<br />

Bibliografía) sitúa el inicio de los siete años de hambre alrededor del año 1665 a.C. Luego Jacob<br />

y toda su familia descendieron a Egipto. (Véase JOSÉ). Al final se levantó un rey que no conocía<br />

a José, y los hijos de Israel quedaron reducidos a la esclavitud (véase PLAGAS DE EGIPTO). A<br />

la muerte de los primogénitos de los egipcios, Israel abandonó Egipto (véase ÉXODO).<br />

De gran interés son las siguientes cuestiones:<br />

¿Cuál de los reyes de Egipto fue el que exaltó a José?<br />

¿Cuál fue el rey que no conoció a José?<br />

¿Cuál fue el faraón reinante en la época de las plagas y del Éxodo?<br />

Aquí hay opiniones encontradas, sugiriendo unos que el faraón que exaltó a José fue uno de los<br />

hicsos y que el faraón de la opresión fue Ramsés II; el faraón del Éxodo hubiera sido Menefta,<br />

hijo suyo. Este último tuvo un hijo, Seti II, que hubiera debido morir en la última plaga de<br />

Egipto, si su padre fue el faraón del Éxodo. Los monumentos registran la muerte de su hijo, y no<br />

se ha hallado la momia del padre, pero sí hay inscripciones acerca de que siguió viviendo y<br />

reinando después de la muerte de su hijo. Esto no concuerda con el hecho de que el faraón del<br />

Éxodo murió en el mar Rojo (cp. Sal. 136:15; Éx. 9:15). Además, Menefta ha sido descrito como<br />

«débil, irresuelto, y carente de valor físico», y se cree que jamás se hubiera aventurado a lanzarse<br />

al mar Rojo. Al no darnos las Escrituras los nombres de los faraones en el Pentateuco, no hay<br />

realmente ningún enlace directo entre los allí mencionados y los reyes hallados en los<br />

monumentos. Hay egiptólogos que consideran unos reyes más probables que los anteriores,<br />

situando el tiempo de José antes del período de los Hicsos, y otros que lo sitúan después de la<br />

salida de ellos.<br />

Sin embargo, el esquema más probable es el dado por Velikovsky y Courville. Ambos autores<br />

documentan la identificación de los hicsos con los Amu y Amalecitas. Entonces, el<br />

establecimiento de los hicsos en Egipto coincide con la salida de los israelitas en el Éxodo. Las<br />

hordas amalecitas que se enfrentaron con los hebreos que salían de Egipto (cp. Éx. 17:8-16)<br />

pudieron penetrar después fácilmente en un Egipto devastado, saqueado, con el ejército<br />

sepultado en el mar Rojo, sin faraón reinante, y con el heredero asimismo muerto. Esto está<br />

apoyado por el papiro de Ipuwer, que documenta estos acontecimientos, y que está ampliamente<br />

tratado por los mencionados Velikovsky, Courville, y también por el Greenberg (véanse<br />

Bibliografía y el artículo ÉXODO).<br />

La era de Saúl vio la derrota de los amalecitas. Las cuidadosas investigaciones de Velikovsky y<br />

Courville permiten establecer que esto marcó el final del imperio hicso (amalecita) en Egipto, y<br />

el inicio de la decimoctava dinastía. De esta manera, tenemos a Ahmose, el fundador de esta<br />

dinastía, junto con Amenhotep I, como contemporáneos de Saúl y de David, y a Salomón como<br />

contemporáneo de Tutmose y de Hatsepsut. Son muchas y poderosas las evidencias que llevan a<br />

esta conclusión, examinadas detalladamente por los citados autores en su profunda revisión de<br />

los esquemas clásicos de la historia de Egipto, apoyados, por otra parte, en muy endebles bases.<br />

El primer faraón que hallamos mencionado por su nombre en las Escrituras es Sisac (1 R. 11:40;<br />

14:25, 26: 2 Cr. 12:2-9). Dio refugio a Jeroboam cuando huyó de Salomón, y después de la<br />

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