PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

trata de disculparse con buenas palabras (¡Áyax, hijo del irreprochable Telamón! ¿No
vas a deponer, ni aún muerto, tu cólera contra mí por esas funestas armas?), Áyax lo
evita, internándose en el Érebo en compañía de otras vaporosas figuras. El triste
episodio del final de Áyax cobra mucha más entidad al convertirse en el argumento
central de una de las primeras tragedias de Sófocles, Áyax, que dramatiza primero su
cólera al ser preterido en favor de Ulises en la entrega de las armas de Aquiles, y
después su locura, que lo lleva al suicidio, agraviando con su muerte la conducta de los
grandes héroes griegos que sobrevivieron a la Guerra de Troya, fundamentalmente
Ulises y los dos Atridas.
Ovidio 230 abunda en esta tradición postroyana del personaje, dedicando un gran número
de hexámetros en su Metamorfosis a toda esta secuencia. Comienza con “el juicio de las
armas” de Aquiles, en el que Áyax insiste en su superioridad guerrera, aunque admite
su desventaja oratoria con respecto a Ulises, y acaba con el suicidio del gran guerrero de
Salamina, enloquecido por el agravio que se le inflige cuando la asamblea de jefes
griegos entrega las armas de Aquiles al de Ítaca. El poeta romano, hombre de letras al
fin, acaba admirando el poder de la oratoria (…hasta qué punto es poderosa la
elocuencia).
C] Pérez de Moya, que nos informa de que su fuente explícita es Ovidio, sigue al poeta
de Sulmona tanto en el capítulo dedicado a Áyax 231 (Cuenta Ovidio que como Ulysses
venciese a Aiax en la pretensión que ambos tuvieron sobre las armas de Achilles,
teniéndose Aiax por afrentado, dijo: pues mi triste suerte y contraria fortuna me ha
traído a tal tiempo que Ulysses sea premiado de lo que por muchas causas era mío, a lo
menos yo confío que, aunque más elocuente y orador sea…), como en el dedicado a
Ulises (tuvo contienda con Ajax sobre las armas de Achiles, en donde con elegancia de
palabras y evidentes razones mostró que para conquistar ciudades era más necesaria la
prudencia y el ardid que las fuerzas, y así le fueron dadas las armas como más
merecedor dellas). De ambas citas se deduce la vigencia del tópico del Ulises retórico, y
del poder de la palabra, mayor incluso que el del más encendido ardor guerrero. El
verso en el que Ovidio se rinde admirado a la fuerza de la retórica, lo oímos en el
castellano de nuestro Renacimiento, en la pluma de Hernando de Acuña 232 , poeta
soldado al estilo de Garcilaso, que recreó el episodio al que nos estamos refiriendo en
un largo poema de casi novecientos endecasílabos: manifiesta seña y clara muestra / de
cuanto la elocuencia puede y vale.
BACO (Bάκχος, Bacchus) Total menciones: 14
MEA (1) TMP (1) HDA (2) AYA (2) FRP (1) LDA (1)
CAM (1) AYC (2) ALA (1) MDJ (1) EDP (1)
CERES / MOMO
A] Baco es una caricatura en la obra de Calderón. No es extraño, por el uso que de él se
hace, que su abundante representación en las comedias se corresponda con una absoluta
ausencia en los autos sacramentales, donde no queda mucho margen para la expresión
230 Ov. Met. XIII 1-122; 382-399 (382) …quid facundia posset.
231 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, VI, 8; IV, 45.
232 ACUÑA, VI (La contienda de Áyax Telamonio y Ulises), 860-861.
103