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PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

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cuanto llena de tanta lascivia que se ayuntaba con todos los que por allí pasaban,<br />

porque a todo hombre que la veía provocaba al pecado sensual. Interpretación que se<br />

hace mucho más explícita en su sentido moral, donde tenemos casi resumido el<br />

contenido del auto sacramental. En el Siglo de Oro español se cultivó con generosidad<br />

este mito de ascendencia homérica. A la figura de Circe dedicó Lope de Vega uno de<br />

sus grandes poemas mitológicos, la Circe, en 1624. Y el mito fue muy aprovechado y<br />

extendido 312 , entendiendo generalmente a Circe como la personificación de la lascivia 313 .<br />

CLÍMENE (Κλυμένη, Clymene) Total menciones: 303<br />

HSF (72) AYC (230) EDP (1)<br />

ADMETO / APOLO / FAETÓN / SOL<br />

A] Clímene asume un papel protagonista en dos de las comedias mitológicas de<br />

Calderón, que pueden ser entendidas, a sugerencia del propio autor, como una secuencia<br />

argumental. Son dos obras muy interesantes para apreciar la libertad con que nuestro<br />

poeta utiliza el mito antiguo. Nos encontramos en ellas a una Clímene totalmente<br />

integrada en el imaginario calderoniano, pues su fundamento en la tradición mítica no<br />

justifica el desarrollo que tiene en ambas comedias. Tampoco en los compendios<br />

mitológicos renacentistas esta figura cobró mayor entidad; en Pérez de Moya 314 , por<br />

ejemplo, sigue siendo una referencia esencialmente genealógica. Esta falta de sustrato<br />

mítico es tal vez la razón que explica importantes contradicciones internas, como que<br />

Clímene sea hija de Admeto en la primera de las comedias y lo sea de Erídano en la<br />

segunda, en la que también interviene Admeto. Pero esta poca definición antigua del<br />

personaje dio a Calderón la libertad de modelarlo a su gusto, y así encontramos en<br />

Clímene el perfil tan caro a nuestro poeta de heroína insumisa ante su destino que trata<br />

de emanciparse, sin conseguirlo, de las ataduras del hado. En la segunda comedia, sin<br />

embargo, es ella la que pugna por evitar el cumplimiento del destino sobre su hijo<br />

Faetón, a quien oculta la identidad de su verdadero padre hasta que no tiene otro<br />

remedio. El afán de Calderón por sentar sus ambiciosas construcciones ideológicas se<br />

sobrepone a la leve presión que podría oponer el mito grecorromano.<br />

En Apolo y Clímene la joven aparece en la comedia como uno de tantos seres<br />

calderonianos aislados del mundo para ser prevenidos de un negro vaticinio y que, por<br />

un azar (en el que se esconde la presión del propio destino), descubren el mundo<br />

exterior y no quieren renunciar a él. Su grito de rebeldía hacia su padre es común a<br />

todos ellos: ¿Qué ley, qué razón, qué fuero, / naciendo hija tuya, pudo / encarcelarme<br />

en naciendo? (1827). En este caso es un galán, Céfiro, el que descubre a Clímene<br />

cuando se iba a reunir con una de sus sirvientas. Pero a quien encuentran Clímene y sus<br />

damas es al mismo Apolo, que entre grandes prodigios naturales cae del cielo en traza<br />

mortal castigado por Júpiter. Clímene sorprende a Apolo en su jardín y, suponiendo que<br />

se trata del galán que había huido, intenta alcanzarlo con el arco, cosa que no puede<br />

conseguir atenazada por una fuerza sobrenatural. De ese encuentro nace una atracción<br />

312 Siguen ese tratamiento del mito en nuestra literatura los trabajos de GARASA (1964) y MARTÍNEZ TORRÓN (1983).<br />

313 EGIDO (1995, 2004) realiza un meticuloso repaso de la significación del personaje (en el episodio que lo asocia a<br />

Ulises) desde sus orígenes odiseicos hasta el Siglo de Oro, con especial atención a los precedentes de Calderón en<br />

nuestra literatura y en la obra de nuestros dos grandes mitógrafos, Pérez de Moya y Baltasar de Vitoria.<br />

314 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, II, 18.<br />

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