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PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

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mismo), por cuanto dibujan un orden estanco y fuertemente jerarquizado: Júpiter, el<br />

dios supremo, ocupa la cúspide del poder y garantiza la estabilidad y perennidad de ese<br />

orden. Bajo su égida se suceden los distintos estamentos (los demás dioses, los<br />

semidioses o héroes, y, en un escalón casi invisible, el zafio y malhablado pueblo llano<br />

que sólo asoma en las comedias, como se ha dicho en el epígrafe anterior, en la grotesca<br />

figura de los graciosos). Parker, por su parte, y en polémica directa con Neumeister,<br />

advierte contra interpretaciones abusivas del mito. Considera que el significado que<br />

Calderón da a los mitos debe partir, en primer lugar, del concepto que estos personajes<br />

representaban en el mundo clásico, en segundo lugar, de lo que se derive de su<br />

interacción en las propias comedias y, por último, de los cambios que Calderón ha<br />

introducido en la estructura del mito y el significado de esos cambios. Frente a<br />

Neusmeister, que acuña el término ocasión para englobar de manera inextricable todos<br />

los elementos que componen la obra total (desde el pretexto que la justifica, relacionado<br />

siempre con la exaltación monárquica –natalicios, cumpleaños, bienvenidas–, hasta toda<br />

la circunstancia que la rodea, esencialmente los componentes no verbales de la<br />

representación), Parker se muestra más restrictivo, llegando a afirmar que todo intento<br />

de analizar el significado de cualquier obra calderoniana, incluyendo las obras<br />

mitológicas, que no se base en un análisis exhaustivo del texto y de la acción dramática,<br />

tiene algo de sospechoso 1164 .<br />

El dibujo social se mantiene firme en todas sus obras: el rey es tratado con mucha<br />

consideración y respeto. La monarquía puede estar ocupada por personas que no<br />

merecen ese puesto por distintas razones (casos de Atamas, Minos, Nino o Semíramis),<br />

pero la institución siempre es tratada con acatamiento y nunca es cuestionada. Es cierto<br />

que, a veces, el pueblo condiciona las decisiones del monarca, como sucede en Ni amor<br />

se libra de Amor, donde Atamas cede al empuje popular para abandonar a su hija<br />

Psiquis, o el de Admeto, a quien presionan para rehabilitar a Clímene. Actitud<br />

denigrada y que se achaca a la ceguera del vulgo, mudable en su opinión (vestiglo / de<br />

cabezas diferentes / cada una con su juicio… HDA, 760). La legitimidad se basa en la<br />

sucesión, como se pone de manifiesto con claridad en los casos de Faetón o Perseo,<br />

hijos de dioses (monarcas) que intuyen su gloriosa ascendencia y cuyo valor, superior al<br />

de sus compañeros, la pone de manifiesto. Uno y otro son reconocidos como hijos<br />

legítimos (el primero por Apolo, el segundo por Júpiter). Perseo no puede soportar verse<br />

al mismo nivel que el populacho, y así le reprocha a su madre que… Fuera mi desdicha<br />

menos, / muerto en el primer umbral / de la vida, que no muerto / al baldón de unos<br />

villanos… (FAP, 1644), cuando él se intuye de noble origen (…pues no hay latido / que<br />

dé, que no sea diciendo / que no nació para verse / de tosco sayal cubierto FAP, 1644).<br />

La fórmula de reconocimiento la tenemos en las palabras con que Admeto acepta a<br />

Épafo-Peleo como su hijo: Y supuesto / que con más solemnidad / que el teatro de un<br />

desierto, / te han de admitir mis vasallos / por mi hijo y mi heredero, / conmigo a la<br />

corte ven, / donde te aclame mi reino / príncipe suyo… HSF, 1875).<br />

En cualquier caso, ya fuera por el mensaje legitimador que implica el propio texto de las<br />

obras, ya fuera por el instrumento publicitario para el prestigio de la corte que suponían<br />

el alarde de medios y la espectacularidad de las representaciones o, lo que es más<br />

probable, por ambas cosas al mismo tiempo, el sentido de estas obras quedaría muy<br />

incompleto si no se tiene presente el contexto de exaltación áulica en que se concibieron<br />

1164 PARKER (1991, 404).<br />

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