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PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

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hora de elegir los motivos mitológicos en que presentar esta versión del sentimiento<br />

amoroso. No es casualidad que para los autos en que ofrece dos versiones (por tanto,<br />

sobre temas que le resultarían dilectos) escogiera las historias de Orfeo y Eurídice y<br />

Psique y Cupido. Es difícil encontrar ejemplos en la mitología grecorromana de amor<br />

más espiritualizado y trascendente, más oportunos para recibir el mensaje salvífico del<br />

auto sacramental.<br />

En la comedia, y al margen de las interpretaciones alegóricas que episódicamente se<br />

quieran proponer para algún episodio concreto, prima el amor humano, en sus múltiples<br />

variantes. Todas las comedias calderonianas tienen en su argumento una o varias<br />

historias de amor. Es muy significativo a este respecto que alguno de los personajes más<br />

repetidos en estos dramas sean Amor (que aparece en diecisiete de las diecinueve<br />

comedias estudiadas), Venus (dieciséis) y Cupido (diez).<br />

Tenemos el amor en su faceta más sensual, como peligrosa (e irresistible) atracción que<br />

puede llevar a la perdición. Este amor, en su faz más mundana, es el que representa la<br />

relación entre Ulises y Circe en El mayor encanto, amor. Un sentimiento agónico (debe<br />

ser combatido en una dura pugna interior), aniquilador (postra a su víctima en la<br />

parálisis e inacción: Olvidado de su patria / en los palacios de Circe / vive el más<br />

valiente griego / si, quien amando, vive MEA, 1531) y culpable (se da entre una persona<br />

casada, Ulises, y una cuasi meretriz, Circe), que el mínimo decoro social de la época no<br />

puede consentir, y que por ello acaba en una ruptura. Esta pasión sexual implícita<br />

(Calderón la llama con elegancia …selva sí de Amor y Venus, / deleitoso paraíso, /<br />

donde sea todo gusto…MEA, 1518) es el arranque de muchos argumentos desgraciados<br />

de nuestras comedias: Adonis, Narciso, Aquiles o Semíramis, por poner cuatro ejemplos<br />

señeros, deben su existencia a un arrebato violento de sensualidad, a una violación, que<br />

marca de manera inexorable su destino trágico 1157 . Semíramis no puede expresar esta<br />

idea con mayor contundencia: De esta especie de bastardo / amor, de amor mal nacido<br />

/ fue concepto. ¿Cuál será / mi fin, si éste es mi principio? HDA, 724). Esta versión<br />

libidinosa del amor es duramente estigmatizada en las comedias calderonianas. En la<br />

literatura antigua tenemos ejemplos de este sentimiento, Circe o Calipso en la Odisea lo<br />

representan bien, aunque sin semejante condena moral.<br />

Dentro del matrimonio también se puede desatar una pasión desequilibrada y fatal: los<br />

celos. Es una pasión muy cercana a la pulsión sexual, pues se basa en el temor a perder<br />

el monopolio del objeto físico del amor, aunque con una intensa connotación<br />

psicológica (el pánico de verse postergado) y social (la exposición al escarnio público).<br />

En los tres mayores prodigios tenemos un ejemplo dramático de esta pasión que,<br />

perversamente combinada con los escrúpulos de la honra, provoca la muerte de<br />

Hércules. El héroe no puede soportar la idea de que su mujer haya sido seducida por el<br />

centauro Neso, y esa obsesión infundada incita a su mujer a hacer uso, sin saberlo, de la<br />

túnica mortal que lo abrasará. La historia de Céfalo y Procris (dramatizada en Celos,<br />

aun del aire, matan y, a lo burlesco, en Céfalo y Pocris) es un ejemplo más concreto del<br />

delirio de los celos, versión patológica del sentimiento amoroso que surge entre las<br />

delicias del amor (de los celos el áspid, / que entre las flores del amor se oculta CAM,<br />

1803). Céfalo alanceará a su mujer accidentalmente por culpa de la insensata presunción<br />

de infidelidad que ella tenía sobre Aura (es decir, la brisa, o lo que es lo mismo, nada), y<br />

que la movió a espiarlo en su cacería. Otro ejemplo del efecto de los celos, el más<br />

1157 EVERETT (1989) estudia esta imposibilidad de consumar felizmente su amor en personajes como Narciso o<br />

Semíramis, y la atribuye, entre otras razones, al peso de la violencia en su concepción.<br />

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