PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

B] De las varias leyendas de la mitología griega que explican el origen del hombre, una
de las más poéticas es la que hace descendiente al género humano de las piedras que,
tras la gran inundación, arrojaron a sus espaldas Pirra y Deucalión, resultando mujeres
las lanzadas por la primera, y hombres las que arrojó el segundo. Ovidio 352 incluyó este
episodio en sus Metamorfosis, donde aparece encajado entre la impía conducta de
Licaón (desencadenante de la cólera del padre de los dioses, que provoca el gran
diluvio), hasta la regeneración del linaje humano a partir de las piedras que lanzan a sus
espaldas los intachables Deucalión y Pirra.
C] De la popularidad de este mito en las letras áureas españolas nos puede servir de
indicio la atención que le presta Pérez de Moya 353 , quien establece, fundándose en los
grandes sabios de la Iglesia, una cronología y valoración de todos los diluvios de los
que se tenía noticia. Quevedo 354 , por su parte, recuerda en uno de los salmos de su
Heráclito cristiano el papel taumatúrgico de Deucalión: el escultor a Deucalión imite, /
cuando anime las piedras de su casa.
TMP (54)
DEYANIRA (Δηϊάνειρα, Deianira) Total menciones: 54
HÉRCULES / LICAS / NESO
A] Deyanira, una de las mujeres que Hércules tuvo a lo largo de su vida, es uno de los
personajes clave en Los tres mayores prodigios. Esta curiosa comedia, donde se
mezclan de manera un tanto forzada tres de los ciclos míticos más famosos de la
Antigüedad clásica (los protagonizados por Teseo, Jasón y Hércules), propone una
reflexión sobre un tema tan obsesivo en la España del Siglo de Oro como era el de la
honra. Desde luego, resulta muy sorprendente ver esta cuestión encarnada en personajes
de una tradición mítica tan ajena a este concepto, y es donde el mestizaje entre la
leyenda antigua y los temas más acuciantes en el universo moral de la España de
Calderón ofrece un mayor contraste.
El centauro Neso ha raptado a Deyanira con la intención de poseerla, pero ella muestra
una resistencia muy tenaz, amenazando incluso con suicidarse antes de ceder a sus
pretensiones, cosa que descarta el híbrido (No te hieras, no te mates, / que yo volveré a
vencer / con amor, con fuerza no 1580). Aunque Neso trata de embaucarla con sus
finezas, ella no deja de sentir repulsión por él (Bárbaro, monstruo fiero 1579). Hércules
lleva un año buscando a su mujer, y en su ayuda ha llamado a otros dos grandes héroes
griegos anteriores a la generación de la Guerra de Troya, Jasón y Teseo. Al gran
semidiós no le deja vivir la comezón de poder haber sido deshonrado por Deyanira.
Cuando por fin los encuentra, el centauro se defiende utilizando a Deyanira de escudo
humano, cosa que de nada le vale ante los celos cada vez mayores de Hércules, que lo
abate con flechas impregnadas de la sangre de la Hidra. El centauro, con todo, tiene la
oportunidad de vengarse del héroe, al ofrecer a Deyanira un manto empapado en su
sangre, que le entrega como remedio infalible contra el rechazo o el desamor, pero que
en realidad es una trampa mortífera para quien se lo ponga. Por otro lado, Hércules no
352 Ov. Met. I 243-415.
353 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, IV, 41.
354 QUEVEDO, Poesía original completa, 27, 9-11.
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