PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

fin al terror de Medusa (…monstruo africano / cuyo cabello, de sierpes / coronado…
1663). Más tarde, empujado por los celos que siente de la buena disposición que parece
mostrar Andrómeda con Perseo, concreta que el sacrificio humano debe ser el de
Andrómeda. Sin embargo, los dioses están ayudando a Perseo para que sea él el que
acometa la hazaña de acabar con la fiera. Para ello Mercurio le da al héroe su caduceo,
con el que dormir a las hermanas de Medusa, y Palas un bruñido escudo donde se refleje
su rostro y ella misma sufra los efectos de su paralizante mirada. Cuando llega Perseo a
África en pos de Medusa, Lidoro sale a su encuentro y le explica la estrategia que
habían concebido para matar al monstruo. Perseo, sin embargo, asume en solitario la
difícil empresa. Así llega a su albergue, donde la custodian sus hermanas (que Calderón
llama Sirene y Libia) mientras ella duerme. Con el caduceo de Mercurio logra
adormecerlas y llegar a presencia de Medusa. Al ponerle frente a sí el escudo, Medusa
sufre su paralizante efecto y Perseo la persigue hasta que le corta la cabeza. De la sangre
derramada surge Pégaso, a quien Perseo utiliza para volver a Acaya y salvar a
Andrómeda.
Medusa aparece simplemente mencionada en el auto sacramental El sacro Parnaso, en
el combate dialéctico que mantienen Gentilidad y Judaísmo confrontando ambas
tradiciones para ver cuál es la que prevalece: También encerrada aquí, / de otra lluvia
de oro, Dánae / concibe al Perseo que venza / la Medusa inexorable (780). Más
relevancia vuelve a cobrar Medusa en el auto sacramental Andrómeda y Perseo, una
especie de codificación alegórica de la comedia comentada más arriba. En el auto, el
monstruo marino que amenaza con devorar a Andrómeda es el demonio, convertido por
Calderón en Fineo, que utiliza a Medusa (trasunto de la Culpa) como auxiliar para
conseguir a la joven, que no es otra cosa que la Humana Naturaleza. Medusa podrá
componer un hechizo que atraiga a Andrómeda al demonio o que, al menos, la aleje de
cualquier otro. Ella misma cuenta cómo fue transformada por Júpiter en su horroroso
estado, y está de acuerdo en participar en el plan de Fineo para defenestrar a
Andrómeda. A Medusa le cuesta inficionar cualquiera de los elementos, protegidos por
sus correspondientes abstractos (Gracia, Voluntad, etc.). Sólo le queda la opción de
emponzoñar el árbol, que no se corresponde directamente con ninguno de los cuatro
elementos y no tiene defensa. Tratarán de acercar a Andrómeda al árbol dominando a su
Albedrío, hasta que pierda la Gracia. En una primera tentativa, Perseo la libra de la
caída y le advierte que tenga cuidado de no volver a comer fruta del árbol, porque es la
única envenenada. Pero no pasa mucho tiempo para que Andrómeda se vea atraída por
la manzana e, instigada por Medusa (que le dice que la manzana la convertirá en dios), y
a pesar de los consejos de Ciencia, la coma. Cuando lo hace, se le aparece Medusa, que
le comunica su terrible destino futuro, que se podría resumir en la pérdida de la gracia.
Mientras Andrómeda va conducida al escollo, aparecen Medusa y Perseo. La primera
dispuesta a acudir al sacrificio, el segundo a su rescate. Perseo le hace ver a Medusa su
rostro en el escudo. Cuando está a punto de morir, acontece un terremoto e irrumpe el
demonio sobre un dragón, alardeando de que va a destruir a Andrómeda sin oposición.
Justo en este momento llega Perseo, anunciando al demonio que ha matado a Medusa.
En la lucha entre ambos, el héroe vence a Fineo-demonio, y libera a Andrómeda, quien
se da por su mujer. Todos invocan a Perseo, que acaba por aparecer en un altar, con una
custodia, y Medusa y el demonio a sus pies. Con esta exaltación eucarística de
Jesucristo en la figura de Perseo, y la postración total de Medusa y el demonio, se acaba
el auto.
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