PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

C] Un hermoso ejemplo de su uso lo tenemos en Góngora 813 quien, para hablarnos de la
extraordinaria fecundidad de Sicilia, utiliza a los dos dioses que representan los cultivos
fundamentales, el vino y los demás frutos del campo: Sicilia, en cuanto oculta, en
cuanto ofrece, / copa es de Baco, huerto de Pomona, / tanto de frutas ésta la enriquece /
cuanto aquél de racimos la corona.
CAM (175) CYP (129)
PROCRIS (Πρόκρις, Procris) Total menciones: 304
CÉFALO / DIANA / VENUS
A] El mito de Céfalo y Procris da argumento a dos comedias de Calderón, una de ellas
de tono claramente paródico (cf. Céfalo). En Celos, aun del aire, matan, Procris, ninfa
de Diana, preside el cortejo que lleva a Aura (otra de sus ninfas, sorprendida en
devaneos amorosos con un galán) al sacrificio. Pero la inmolación no se puede
culminar, en parte por la intromisión de Céfalo, en parte porque Venus hace que Aura se
convierta en aire y evite así el castigo. Procris y Céfalo disputan por la lanza que Diana
ha arrojado al galán, y en el forcejeo la ninfa resulta levemente herida, suerte de
vaticinio de lo que va a suceder más tarde. Céfalo, a pesar de la disputa, concibe un
intenso amor por Procris a partir de ese momento. Este amor será el principal medio de
venganza de Venus y Aura, muy enojadas con Diana y su ninfa, que fomentan cuanto
pueden ese sentimiento para estimular un amor recíproco que acaba prendiendo con
fuerza en los dos jóvenes.
Este amor será puesto a prueba poco después, cuando en una procesión en honor a
Diana, Céfalo haga entrega de unos dones a Procris, y la diosa detecte la presencia del
sentimiento amoroso en su coro de ninfas. Por su parte, Eróstato, el amante de Aura,
enfurecido contra Diana, prende fuego a su templo gritando consignas en su contra.
Céfalo acude a los gritos de las ninfas y llega a tiempo de salvar a Procris, que cae
desmayada en sus brazos. Pero otro incendio, aún mayor, prende en su pecho (Sí
arderá; mas no por eso / Procris dejará de arder, / pues va de uno en otro incendio
1803). Diana, enfurecida por la destrucción de su templo y la traición de Procris, la que
fuera la más fiel de sus ninfas, planifica, con ayuda de las Furias, su venganza. Se sirve
de Alecto para inculcar en Procris el áspid de los celos, mientras Tisífone perturbará los
sentidos de Céfalo, y le hará disparar su lanza sobre Procris. De ese modo, aunque
Céfalo y Procris aparecen ya casados y muy enamorados, la segunda sufre terribles
aprensiones, pues Céfalo está ausente todo el día, dedicado a la caza. Además, ella
malinterpreta el consuelo que a éste da la brisa en su esforzado trajín. Procris, inducida
por Alecto, piensa que la brisa invocada por Céfalo es Aura, y que su pretendido
descanso lo dedica a juegos de amor con ella. Así que Procris opta por presentarse y ver
con sus propios ojos qué es lo que sucede, aunque su sirvienta trata de disuadirla:
FLORA.- Aura ya, ¿no es aire? PROCRIS.- Sí; / pero sepa tu ignorancia / que si el aire
diere celos, / celos aun del aire matan (1806). Eróstato también es conducido entre
furias y rabias por Megera al lugar donde se va a desencadenar la tragedia. Céfalo
confía a Clarín que Aura ha acudido, ya reducida a una voz, a confortarle en
agradecimiento por el arrojo que demostró en su defensa. Él considera que no hace nada
malo rindiéndose a ese dulce influjo de Aura, mientras busca a una fiera furiosa de la
813 GÓNGORA, Fábula de Polifemo y Galatea, 137-140.
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