PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

compensación, le promete cumplir el deseo que se le ocurra al titán. Éste opta por
cobrar un rayo del Sol para favorecer a la raza humana. A pesar de la exigencia de la
petición, Minerva asciende con él hasta las mansiones de Apolo, de las que Prometeo
hurta un rayo. Al poner en contacto este rayo con la mano de la estatua, ésta cobra vida
mortal, totalmente independiente de la diosa que fue su modelo, recibiendo el nombre
de Pandora. Aunque Prometeo cree que se trata de Minerva, Pandora, que ni siquiera lo
conoce, le hace ver que es una persona diferente. El fenómeno lo explica la voz del coro
(Que quien da las ciencias, da / voz al barro y luz al alma 2081). A pesar de su nueva
condición, Pandora recibe el homenaje del pueblo, cosa que irrita sobremanera a Palas,
envidiosa del trato que se le da a su hermana. Con la ayuda de Discordia hará todo lo
posible por traer a su devoción a Epimeteo, que siempre estuvo rendido a ella, y
perjudicar a Prometeo y Pandora. Pandora, en respuesta a tan cariñoso recibimiento,
pretende repartir las presuntas riquezas que hay en su cofre, pero de él sólo sale humo.
Por otra parte, se empieza a tejer un episodio de amores cortesanos típicos de esta clase
de comedias, pues Discordia anuncia que el destino de Epimeteo es amar aborrecido a
Pandora, mientras que el de Prometeo es aborrecer, amado, a la misma mujer. La
complejidad de este planteamiento se acentúa con la aparición intermitente de Pandora y
de la estatua, creando una confusión notable.
Entre tanto, Discordia ha hecho su papel y ha dividido a los hermanos y al pueblo, que
toma partido por uno o por otro. La situación sólo se arregla con la intervención divina
que, en un principio, es favorable a castigar a Prometeo por el hurto del rayo y eliminar
a la estatua, pero que más tarde se atempera con los ruegos de Minerva ante Júpiter,
quien corrige esta decisión. La comedia acaba de una manera apacible, con Prometeo y
Epimeteo reconciliados y el primero, por fin, unido con Pandora en matrimonio.
B] Pandora está inscrita en la Antigüedad en lo que podríamos llamar ciclo de
Prometeo. Los detalles del mito y sus fuentes se completan con los apartados referidos a
Prometeo y Epimeteo. Igual que en su caso, también para Pandora hay que remontarse a
Hesíodo 739 , quien hace toda una exhibición de misoginia al referirse a ella como el
origen de todos los males. Zeus no sólo castigó a Prometeo por su desmesurado afán de
sabiduría y por el robo del fuego, sino también a su principal beneficiario, el género
humano, al que inundará de desdichas. Para ello ofreció a Pandora como regalo a
Epimeteo (el torpe entre los dos hermanos), junto con una jarra que simboliza todos los
males que afligen al hombre. Calderón, en un mito ya de por sí confuso, mezcla muchos
aspectos que nos trasmite la tradición clásica: asocia el modelado del hombre con la
creación de la estatua, y ésta con Pandora.
C] Calderón innovó en el tratamiento del mito, pues no es nada frecuente su cultivo en
nuestra literatura áurea, y menos con el nivel de complejidad y sugestión que tiene en la
comedia que hemos comentado. En los capítulos dedicados a Prometeo y Epimeteo se
refieren los aspectos más destacados, tanto de las fuentes clásicas como de la presencia
del ciclo mítico en nuestro Siglo de Oro. Aquí sólo nos resta incidir en la sorprendente
elección de Pandora como protagonista del despliegue iconográfico que Diego
Velázquez ideó para el Salón de los Espejos del antiguo alcázar de Madrid, por
desgracia desaparecido en su totalidad. Proyecto que ejecutó en su mayor parte el pintor
Carreño de Miranda, bajo la atenta vigilancia de un muy interesado Felipe IV. La
bóveda estaba dividida en cinco tramos, cada uno de los cuales contenía un episodio de
739 Hes. Op. 59-106.
281