PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

C] Céfalo y Procris pasaron a ser un estereotipo literario de los celos, como
encontramos en Lope de Vega, que trató este mismo tema en su comedia mitológica La
Bella Aurora, y que vuelve sobre él en La Gatomaquia 816 : …como si amor pudiese estar
sin celos, / que más pueden estar sin sol los cielos; / testigo Juno y Procris, a quien
llora / Céfalo, por los celos de la Aurora. El tema fue muy cultivado en todo el Siglo de
Oro español, incluso en los dramaturgos posteriores a Calderón, como es el caso de
Agustín de Salazar y Torres 817 , que fue tributario de su gran maestro en su comedia El
amor más desgraciado, Céfalo y Procris, destinada al festejo palaciego, igual que su
modelo, y estrenada en Sicilia entre los años 1667 y 1669. En ella se contrasta el amor
trágico de Céfalo y Procris, contaminado por los celos, con el de Bóreas y Oritía, que
presenta un desenlace positivo. El sentimiento de los celos es tan agudo en Procris, que
le hace exclamar en su agonía: Pues, ya que Amor satisfecho / me usurpa el último
aliento, / muero con gusto, porque eran / más grave muerte los celos.
PROMETEO (Προμηθεύς, Prometheus) Total menciones: 154
CAM (1) EDP (153)
ASIA / JÁPETO / EPIMETEO / PANDORA
A] En dos comedias tenemos representado al gran titán filántropo de la mitología griega
(ya desde la Antigüedad se le asocia con dicho título, por mucho que el verdadero titán
fuera su padre Jápeto). En una de ellas la mención es accidental y forzada, pero en la
otra Prometeo se erige en protagonista de una obra de gran densidad ideológica. La
primera es Celos, aun del aire matan, en la que se alude a Prometeo cuando Procris
delata a Aura en una muy retórica maniobra para referirse al anochecer: Anoche, cuando
en sombras / la luz del sol envuelta, / … / (…porque también tuviese / Prometeo su
esfera, / que sus rayos robase)… 1787).
La segunda es La estatua de Prometeo 818 , en la que Calderón aborda uno de los
argumentos míticos que se nos antojan de más compleja dramatización. En ella se nos
presenta a un Prometeo aislado que, tras muchos años de estudio y habiendo adquirido
una gran sabiduría gracias a la asistencia de Minerva, en agradecimiento a la diosa,
ofrece al pueblo una estatua para potenciar su culto. Al frente de la multitud está
Epimeteo, muy diferente a su hermano en carácter y aficiones, pues mientras Prometeo
siente una intensa inclinación a las letras (…me di a la especulación / de causas y
efectos, suma / dificultad en que toda / filosofía se funda 2068), su hermano se siente
llamado por las armas y la guerra. Esta oposición tiene su reflejo en la esfera divina,
pues Palas tutela a Epimeteo y Minerva es la protectora de Prometeo, en un inteligente
desdoble de la gran diosa en sus dos rostros más conocidos. Pero a pesar de todo,
Epimeteo muestra una gran atracción por la estatua y promete la erección de un templo
que esté a su altura. Por otra parte, Minerva, agradecida a Prometeo, se presenta ante el
titán y le promete el don que él prefiera. Prometeo le pide conocer las esferas
816 LOPE DE VEGA, La Gatomaquia, Silva cuarta, 143-146.
817 SALAZAR Y TORRES, El Amor más desgraciado, Céfalo y Procris, 2223-2226.
818 Es ineludible, para un acercamiento a esta obra, leer con atención las páginas complementarias a la edición crítica
de GREER (1986), en las que se dedica una atención especial a la cuestión de las fuentes. Tiene también gran interés el
capítulo que REGALADO (1995, 355-385) dedica en su monumental obra sobre Calderón a la figura del titán, donde
pone de manifiesto su relación con la tradición clásica y la profundidad filosófica que le confiere el tratamiento de
nuestro poeta.
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