PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

soberbia / y tan feroz arrogancia… (AYC, 1830). Vaticinio que se sostiene en El hijo
del Sol, Faetón, y que es la razón por la que su madre Clímene lo segrega del mundo: El
día que él sepa de sí / y quién es, será del mundo la ruina, el estrago, el fin (HSF,
1888). El destino del joven está tan determinado que lo lleva escrito en su propio
nombre (…tanto que Faetón, por nombre / tendrá, que es como decir / fuego o lumbre,
o llama o rayo HSF, 1888). Una Clímene que, significativamente, había sido ella misma
prisionera de su padre por la misma razón. Tiresias, el legendario adivino del ciclo
tebano en la antigua tragedia griega, es recuperado por Calderón en dos de sus
comedias: en La hija del aire, el anciano augur prefiere darse muerte antes que asistir al
cumplimiento del destino de Semíramis, una vez que él ha perdido su control. Venus le
había anunciado que la niña que ponía en su custodia …había de ser / horror del mundo
(HDA, 716). El venerable adivino, maltratado como caduco esqueleto, vaticina también
a Liríope el destino de su hijo Narciso: Una voz y una hermosura / solicitarán su fin /
amando y aborreciendo. / Guárdale de ver y oír (EYN, 1914). Los astros son muchas
veces la letra con la que el destino expresa su tiranía ineluctable: en la Fiera, el rayo y
la piedra, Irífile ha aprendido a leer los mensajes estelares e interpreta el eclipse que se
da en el inicio de la comedia como anuncio del nacimiento de Cupido: …es cumplirse
una amenaza / que tienen los dioses hecha, / de que ha de nacer al mundo / una deidad,
tan opuesta / a todos, tan desigual, / tan sañuda, tan violenta, / que ha de ser común
discordia… (FRP, 1595). En El monstruo de los jardines, Tetis, la madre de Aquiles,
también ha leído en las estrellas el futuro de su hijo: si acude a la guerra de Troya,
morirá, y en la comedia queda implícito este desenlace. Aquiles recibe resignado esa
fuerza que le hace el destino: TETIS.- ¿No hay albedrío? / AQUILES.- No es mío. TETIS.-
¿No hay libertad? AQUILES.- Es ajena (MDJ, 1998). El rey Atamas aprovecha de
manera cínica esta tradición como excusa para quitarse responsabilidades ante el
abandono de su hija en una isla desierta: Psiquis bella / no acuses mi amor; acusa / al
influjo de tu estrella (ALA, 1961).
El mensaje oracular otras veces es críptico, como en La fiera, el rayo y la piedra lo
transmiten las Parcas, personificación del destino humano, cuando anuncian a Céfiro,
Ifis y Pigmalión, respectivamente, una fiera, un rayo y una piedra, símbolo de las
mujeres de las que se habrán de enamorar, e interpretan el nacimiento de Cupido de
manera sombría: Dolores de parto han sido, / con que ha nacido a la tierra / su mayor
ruina (FRP, 1597). El destino se anuncia también a través de fantasmagóricas imágenes
oníricas. Adonis despierta sobresaltado de su sueño, en el que ha visto que …volviendo
contra mí / las aceradas, corvas / navajas de marfil, / con mi sangre manchaba / las
rosas, que hasta aquí / de nieve fueron, para / que fuesen de carmín… (PDR, 1772).
Entre el sueño y la vigilia, en una rara experiencia semiconsciente, contempla Perseo en
la cueva de Morfeo quién es y qué hazañas está llamado a cumplir (Mas ¡qué loco / del
sueño despierto! Pues / nada veo, nada oigo / de cuanto veía y oía FAP, 1656).
No hace falta insistir mucho en la influencia de la literatura clásica sobre este
planteamiento: el oráculo es parte esencial de la épica griega, y más aún de su tragedia.
En Calderón se formula de manera más cercana la superstición antigua que su correlato
católico, en forma de divina providencia. Como elemento dramático es un recurso muy
efectivo, porque tiende sobre toda la comedia una presencia velada pero poderosa, que
condiciona el devenir de los personajes con una implacable mano invisible. Confiere
solemnidad y misterio a la obra, y es un elemento dado a profundas reflexiones
existenciales.
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