PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

hombre ninguna parte / del mundo (1554). Tópico de largo recorrido que tiene uno de
sus más hermosos antecedentes en el canto del coro de la Antígona de Sófocles 182
(Muchas cosas hay portentosas, pero nada más portentoso que el ser humano…). La
nave, por cierto, arriba al final de la comedia transportando a Jasón y Teseo a su
destino.
En Ni Amor se libra de amor Psiquis ve marchar en un barco a los suyos, que la dejan
abandonada en una isla desierta. A pesar de ello, la joven le desea a su padre una buena
singladura, mejor incluso de la que cabe suponer al ejemplo paradigmático de
embarcación perfecta, la nave Argo: …hasta que veas / el puerto con tal fortuna / que la
nave de Argos venzas… (1962). Esta mención episódica a la nave demuestra su calidad
de tópico literario ya muy estereotipado. Igual sucede en El monstruo de los jardines,
donde se pondera a un navío en comparación con la mítica nave: En un bajel, pues, que
pudo / ser mejor que el de Argos mesmo,… (1987).
En Fortunas de Andrómeda y Perseo se alude al Argos vigilante de la ternera Io (y a su
destino final como ornato del pavo real), cuando Discordia le pide explicaciones a Juno:
¿cómo consientes los ojos de Argos, / que aduerma Mercurio también al pavón? (1661).
Mercurio, que ya tiene experiencia de haber dormido a Argos, le entrega a Perseo el
cetro con el que dormirá a Medusa: …con este / cetro de áspides atado, / los ojos de
Argos se aduermen (1668). Un poco más adelante sigue con la metáfora, aludiendo a
Argos en el sueño de Medusa: …introduciendo el suave / sueño de Argos en sus ojos…
(1671). Con la misma referencia, en La fiera, el rayo y la piedra, Cupido, en un
recitado poético, alude a Argos como símbolo de la clarividencia y la vigilia atenta …y
Argos de tantos ojos como estrellas, / lince de tantas noches como días, / atiende a
ver… (1615).
Como cabía esperar, la nave es mencionada con mayor insistencia en el auto
sacramental El divino Jasón, que traslada a lo divino el mito de Jasón y los Argonautas.
Hay que advertir que en esta obra Calderón hace una deliberada síntesis entre el
constructor de la nave (convertido en alegoría del amor) y la vigilancia de Argos. Ya al
comienzo del auto, en la descripción que del personaje se hace en la primera entradilla,
se menciona a Argos con muchos ojos sembrados por el vestido (61). Y, en su primera
intervención, Argos da cuenta de esta síntesis (Soy Amor. / Vigilante Argos seré, / y al
mismo cielo daré / espanto con mi valor. / Fabricaré de mi nombre / un peregrino bajel
/ que rompa ese mar, y en él / a los mortales asombre 61). Jasón confirma con
confianza esta identidad (Con cien ojos mirar sabe / el amor, un Argos es 61). Un poco
más adelante se vuelve a hablar de Argos como constructor de la nave …Argos inventa,
/ porque es un hombre ingenioso / una fábrica estupenda / que ha de penetrar los
golfos… (63). La nave, haciendo honor a una de las metáforas más antiguas del
imaginario cristiano, es representación de la Iglesia, como colectivo de creyentes que
avanzan hacia la salvación.
B] En relación a las fuentes clásicas, cf. Argonautas y Jasón para los aspectos
relacionados con este mito. Por lo que hace al Argos guardián de la ternera Io, el Argos
182 S. Ant. 332-335. Πολλὰ τὰ δεινὰ κοὐδὲν / ἀνθρώπου δεινότερον πέλει· La intervención continúa con un
rendido canto de admiración al ser humano, capaz de todo (incluso de lanzarse en medio de un mar tempestuoso),
excepto de evitar su propia muerte. En autores posteriores (como Horacio), el hecho de aventurarse a la navegación
se ve como una necia temeridad, tópico que vemos llegar hasta Calderón.
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