12.06.2013 Views

PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Pero antes de hablar de la sistemática empleada en la referencia a otras obras y autores,<br />

debemos detenernos en los criterios de cita empleados en los numerosísimos pasajes<br />

reproducidos de la propia obra calderoniana. Los hemos escogido en razón a su alto<br />

valor significativo como testimonios que verifican (y engalanan, todo hay que decirlo)<br />

la exposición de nuestras razones. De las muchas posibilidades que se nos ofrecían para<br />

abordar este problema (que es, en general, el del texto calderoniano en su conjunto)<br />

hemos optado por la más operativa, aunque es justo reconocer que había otras<br />

alternativas de una mayor exigencia filológica. Nos interesaba una versión del texto que<br />

superara unos mínimos de fiabilidad, que fuera lo más homogénea y extensa posible, es<br />

decir, que alcanzara en su edición a la mayor parte de la obra calderoniana y que fuera<br />

labor de uno, o a lo sumo, dos estudiosos con semejantes criterios de edición. No<br />

conocemos, a día de hoy, edición que cumpla estos requisitos mejor que la que en su<br />

día, que ya empieza a ser lejano, hicieron de la obra dramática de nuestro poeta los<br />

insignes calderonistas Ángel Valbuena Briones y Ángel Valbuena Prat, y que fue<br />

editada en tres volúmenes por Aguilar (para una referencia exacta de la edición, cf. el<br />

apartado de bibliografía).<br />

Es bien sabido que poco a poco han ido saliendo ediciones de distintos dramas<br />

calderonianos construidas bajo las premisas de una gran exigencia crítica (es<br />

paradigmático en ese sentido el proyecto de edición completa de los autos calderonianos<br />

acogido por la editorial Reichenberger, que también ha editado algunas comedias) y que<br />

el instinto filológico siempre nos arrastra hacia el texto más contrastado y fiable. Con<br />

todo, y considerando que la edición aludida ofrece una fiabilidad de mínimos<br />

reconocida, hemos puesto por delante del rigor de la crítica textual (siempre deseable,<br />

por otra parte) la homogeneidad del conjunto y la facilidad en la localización del pasaje<br />

para los lectores que puedan hacer uso de este trabajo. Hasta que no tengamos la<br />

construcción de un texto básico más o menos consensuado, con un sistema referencial<br />

interno inequívoco, cada edición puede discrepar (y, de hecho, lo hace) en la referencia<br />

numérica de los versos, en la división o no del texto en escenas, y en otras cuestiones de<br />

variada índole. Si siguiéramos estas ediciones, la referencia al texto precisaría de<br />

manera inevitable de una alusión complementaria a la edición concreta. Ningún<br />

problema, si lo que se estudia es una obra particular, pero expediente fatigoso (sobre<br />

todo para el lector) si el trabajo comprende veintiocho obras con sus correspondientes<br />

ediciones. Además, la exigencia crítica en el texto no es la misma para todos los tipos<br />

de estudio, de acuerdo a la inmediatez que la investigación tenga sobre el propio texto<br />

(trabajos de índole fonética, morfológica o métrica, por ejemplo) con respecto a otros de<br />

carácter más literario, como el que a nosotros nos ocupa. Por eso hemos optado por<br />

orientar todas nuestras referencias a la edición aludida, y lo hemos hecho sobre el<br />

número de página, el expediente más rápido y seguro, pues la edición de Aguilar no<br />

computa el número de versos. Es, por otra parte, una edición muy conocida y asequible,<br />

presente en casi todas las bibliotecas públicas de cierto nivel, y que nos tememos que<br />

servirá como referencia durante mucho tiempo.<br />

Pero incluso los tres tomos de Aguilar no dan satisfacción a todos nuestros problemas,<br />

pues no acogieron en su seno (muy probablemente por considerarla de autoría dudosa) a<br />

la comedia burlesca Céfalo y Pocris, que hoy es obra generalmente considerada como<br />

de Calderón (y muchas veces destacada entre las más interesantes 72 ) por los más<br />

72 Así, por poner el ejemplo de un insigne calderonista, lo hace ARELLANO (2001), que considera a esta obra el<br />

ejemplo más acabado de comedia burlesca del teatro español barroco. Sobre la autoría de Calderón, nos parecen muy<br />

convincentes los argumentos utilizados por NAVARRO TOMÁS (1979) en la edición que hemos utilizado.<br />

46

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!