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PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

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que se habla: …siendo a un tiempo mismo / Procris por quien muero, / Aura por quien<br />

vivo (1808). Este último par de versos llegan a oídos de Procris y ella los malinterpreta.<br />

En esto se oye venir a la fiera entre un gran alboroto de gente, y Céfalo se apresta a<br />

atacarla. Pero confunde al animal con su mujer, que mueve sin advertirlo unas ramas, y<br />

la hiere de muerte. En ese trance, Procris le confía a Céfalo los celos que sentía por<br />

Aura, a lo que él responde: Aura, ¿no es aire? (1812). Céfalo cae desmayado sobre su<br />

cadáver. Diana ha culminado su venganza, aunque Aura anuncia que Céfalo y Procris<br />

han sido catasterizados, y que ascienden al cielo con ella.<br />

En la comedia paródica Céfalo y Pocris, atribuida con cierta inseguridad a Calderón, la<br />

trama es muy similar, aunque en clave totalmente paródica. Pocris es una de las dos<br />

hijas que el rey Trebando de Tinaja (explícita deformación de Trinacria) tiene<br />

encerradas bajo la custodia de un gigante por miedo a que se cumpla un mal agüero. En<br />

este palacio también está encerrada Aura, sometida al servicio de las dos infantas, y que<br />

es hija del valido del rey. En su primer encuentro, Céfalo (rey de Trapobana), recibe una<br />

muy mala impresión de Pocris. Pero el rey decide casar a sus hijas, y para ello escoge<br />

entre la concurrencia al personaje con aspecto más deplorable, Céfalo. El rey le da a<br />

elegir a una de sus dos hijas como si fueran dos peras (…y aunque el ser, creed, /<br />

piadoso es virtud moral, / hoy quiero hacerla peral. / Como en peras escoged / entre<br />

esas dos hijas bellas 65). Inicialmente, Céfalo se queda con las dos, pero obligado a<br />

decidirse, las fuerza a hacer pruebas tales como desnudarse o arañarse. La elección se<br />

complica con la presencia de Rosicler, rey de Picardía, que ama a Filis y que obliga a<br />

Céfalo a dirimir la cuestión en un burdo juego de dados (…y yo / he hallado en mis<br />

pareceres / gusto en reñir con mujeres, / pero por mujeres no. / Y así, mi cólera brava /<br />

otro medio elegir quiere. / Déla Amor a quien quisiere, / juguémosla 74). Finalmente,<br />

Céfalo escoge a Pocris pero, tras unas palabras de aceptación, es arrastrado por Aura a<br />

un bosque. Pocris y Filis sienten unos celos irresistibles que le hacen ir a la primera a<br />

conocer a su rival. Escondida en el bosque espiando a su prometido, Céfalo la confunde,<br />

en un principio, con un animal, aunque cuando se da cuenta de quién se trata, le arroja la<br />

lanza de igual manera, por no gustarle su actitud celosa. El tono jocoso sigue hasta en el<br />

momento de la muerte (¡Oh mal haya la ballesta! / Mas puédeste consolar, / mi bien,<br />

que ésta es la primera / cosa que acerté jamás 88). Finalmente, muy lejos de cualquier<br />

planteamiento trágico, todo acaba en una fiesta que dirige el propio rey guitarra en ristre<br />

(…y porque todos veáis / cuánto me remoza esto / en un instante, mirad / cuántas canas<br />

se me quitan / en comenzando a cantar 91).<br />

B] El mito de Céfalo y Procris quedó establecido para la posteridad en la versión que da<br />

Ovidio en las Metamorfosis 814 y en El arte de amar 815 , y que tiene como fundamento<br />

temático el poder devastador de los celos. Aunque hay tradiciones míticas que indican<br />

que Procris consumó el adulterio, la carga trágica y simbólica del mito es mayor tal y<br />

como nos la cuenta Ovidio. Es muy interesante una referencia explícita a la fuente<br />

ovidiana dentro del propio texto de Céfalo y Pocris, en el mismo tono burlón que el<br />

resto de la comedia, precisamente para aludir a una metamorfosis: al no aparecer ni el<br />

príncipe Polidoro ni Aura, el rey pregunta al capitán por ellos, y la explicación de su<br />

ausencia la da un interludio musical: Vengan noramala, / noramala vengan, / a ser<br />

jazmín él, / y a ser aire ella, / que pues quiere Ovidio / que aquesto suceda… (48).<br />

814 Ov. Met. VII 685-758; 796-863.<br />

815 Ov. AA. III 685-746.<br />

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