PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

al inicio de la comedia como hija de Neptuno y de Anfitrite (…la divina Tetis, hija / de
Neptuno… /… / De que Tetis, hija bella de Anfitrite… (1863). Tetis trata de cazar a una
fiera en tierra, despechada porque Diana, diosa cazadora terrestre, ha conseguido abatir
a un monstruo marino, Delfino. Pero Tetis se desmaya peligrosamente ante el supuesto
animal (que en realidad es una asilvestrada Clímene), y la rescata Erídano-Faetón,
aunque ella otorga de manera equivocada el mérito a Épafo-Peleo. Con todo, Tetis ya
siente algo especial ante la presencia de Faetón, pues ella le hubiera preferido como
salvador: Y aun estuviera más bien / si quien me hubiera amparado / fuera Erídano, y
no él (1870). En la jornada segunda aparece Tetis con su coro para atraer la atención de
Erídano-Faetón. Éste, por su parte, se muestra dispuesto a marchar del país para
conseguir fama y hacerse digno a los ojos de la joven. Ella le reprende, como todos, su
soberbia: Ignorado hijo del viento / (que solo a tanta soberbia / él pudiera dar las
alas)… (1879). Por su parte, Épafo-Peleo se muestra cada vez más agresivo en su
requerimiento a Tetis. En esas están cuando de nuevo se oye perseguir a la fiera,
reclamo al que acuden Tetis y Épafo-Peleo. Logran acorralar a Clímene que, rendida,
cae desmayada, y es rescatada en ese peligroso trance por Erídano-Faetón. En la tercera
jornada, mientras Faetón (ya reconocido como tal por su madre) y Clímene acuden al
palacio del Sol para rehabilitar su nombre y condición, en la tierra, Épafo-Peleo trama
con Amaltea el rapto de Tetis, única salida que él encuentra para satisfacer su pasión.
Faetón consigue ser admitido como hijo del Sol, y recibe de éste un peligroso don, el de
conducir su carro. El impetuoso joven sobrevuela la tierra llevando el carro del sol, en la
cumbre de su vanidad y soberbia, cuando contempla cómo Épafo-Peleo y unos
enmascarados ejecutan el rapto de Tetis, cosa que le desconcierta y le hace perder su
rumbo con trágicas consecuencias (…la ardiente luz de tantos / desmandados rayos
rojos / montes y mares abrasa 1901). Una vez abatido Faetón por Júpiter para evitar
mayores estragos (y de manera inopinada por el transcurso de la comedia hasta ese
momento) Tetis y Épafo-Peleo se casan, tal vez por la inercia que tiene su asociación en
la mitología clásica.
También tiene un papel destacado Tetis en El monstruo de los jardines, aunque ya no
de atractiva joven requerida de amores, sino de solícita madre. Mantiene encerrado a
Aquiles en una gruta, para esquivar un oráculo que lo condena a morir si toma parte en
la Guerra de Troya. Con la intención contraria, precisamente, está en la isla Ulises, pues
también decreta el oráculo que el concurso del joven es imprescindible para tomar la
famosa ciudad. En una salida de la cueva, Aquiles se encuentra accidentalmente con
Deidamía y queda prendado de su belleza. Pero la princesa y sus sirvientas gritan ante el
monstruoso aspecto del joven, escándalo que alerta al perspicaz Ulises. Sólo la
intervención de su madre, Tetis, que lo rescata y se lo lleva, salva a Aquiles de ser
descubierto. La jornada segunda comienza con una conversación entre Aquiles y su
madre. El héroe le confiesa que, una vez conocido el mundo y, sobre todo, haber
experimentado amor por Deidamía, ya no puede permanecer oculto en la cueva y
amenaza con suicidarse si tal es la decisión de su madre. Tetis, para tratar de
convencerlo, le cuenta la historia de su nacimiento, consecuencia de un acto de
violencia por parte de su padre Peleo (Basta, pues, (¡Ay infelice!), / que embrión de una
violencia / fuiste, porque no te quejes / de mí, sino de tu estrella 1998). Tetis mató a
Peleo y desoló la isla. Pero lo más relevante es lo que Tetis ha leído en las estrellas del
cielo: si Aquiles acude a la guerra de Troya, morirá, y ella ha tratado de evitarlo con su
cautiverio. Pero ante la insistencia del joven, debe cambiar de planes, y resuelven
disfrazarlo de mujer en la forma de Astrea, una prima muy querida de Deidamía cuya
venida había sido anunciada y que naufragó antes de llegar a la isla. Las ninfas logran
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