PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

de su hermana, totalmente desmesurada (¿No basta, injusta Medea, / que negando a tu
decoro / los reales blasones, vivas / este inculto, este fragoso / monte con tus damas,
donde / son de tus estudios locos… /… / …sino que también pretendas / con
pensamiento ambicioso, / que te deban sacrificios / como a Marte y como a Apolo?
1549). Medea ayudará a Jasón en la conquista del vellocino, contra la voluntad de su
padre y de su hermano, y le pide al héroe que la ayude cuando aquellos inician su
persecución. Sin embargo, es otra vez la hechicera de Colco quien, merced a sus
encantamientos, confunde a los que les siguen, entre ellos su hermano, a los que hace
luchar entre sí.
B] Mucha peor suerte que en Calderón corrió Apsirto en las principales fuentes
antiguas. Inserto en el ciclo mítico de los Argonautas, encontramos el relato más
pormenorizado de su peripecia en la obra de Apolonio de Rodas 159 (Argonáuticas). En
ella el hermano de Medea lidera la persecución sobre los amantes huidos con el
vellocino de oro, junto con los demás tripulantes de la nave Argo. Embaucado por su
hermana, que le hace creer que Jasón le va a ofrecer un buen trato para liquidar el
conflicto, cae en una miserable emboscada. Jasón lo descuartiza y, posteriormente, lo
entierra (El héroe esónida cortó las extremidades del cadáver, lamió tres veces su
sangre, y tres veces escupió la impureza de su boca, como es costumbre que se
purifiquen los pérfidos asesinos). Ni Eurípides 160 antes de Apolonio, ni Séneca 161
después (los dos trágicos le dedicaron sendos dramas a Medea), se detienen en los
pormenores de la muerte, sino que enfatizan el carácter abominable del crimen filial. El
primero pone el reproche en boca de un cínico Jasón, cuando el héroe contempla a sus
hijos, también asesinados por Medea (…pues tras matar al hermano que compartía tu
hogar, embarcaste en la nave Argo, de bella proa); el segundo, mucho más dado al
patetismo, hace aparecer ante Medea el fantasma de su hermano muerto: ¿De quién es
esa sombra que se acerca vacilante con sus miembros dispersos? Es mi hermano, exige
un castigo. Yo te lo concederé, y por completo. Además de estos testimonios se podrían
aportar otros muchos, que ofrecen una gran cantidad de variantes sobre la edad,
condición y, sobre todo, muerte de Apsirto. Entre ellas es célebre la tradición que lo
considera un niño cuyos miembros, una vez descuartizado por su hermana, fueron
lanzados al mar para retrasar la persecución de su padre Eetes. Es significativo, a este
respecto, que Calderón omita en su versión, precisamente, la muerte del joven, que es el
episodio de mayor notoriedad de su mito. Y es que la Medea de Calderón es muy
diferente a la de sus dos modelos teatrales clásicos.
C] También parecen serlo las otras Medeas más relevantes de nuestra literatura áurea.
Así sucede con Lope, que elude el truculento episodio de la muerte de Apsirto en su El
Vellocino de Oro, o con Rojas Zorrilla, que hace lo propio en Los encantos de Medea.
Para la comedia española de la época, muy lejana del tremendismo de Séneca, los
crímenes de Medea eran difíciles de encajar en un modelo que primaba, sobre todo, el
enredo amoroso y galante. Pérez de Moya 162 despacha el episodio en una ruda síntesis:
Mató a su hermano, dejándole hecho cuartos en el camino, en que su padre se
detuviese, que en su seguimiento iba. De manera sorprendente, en su declaración moral,
159 A.R. IV 452-491 (477-479) ἥρως δ᾿Αἰσονίδης ἐξάργματα τάμνε θανόντος / τρὶς δ᾽ἀπέλειξε φόνου,
τρις δ᾿ἐξ ἄγος ἔπτυσ᾿ / ὀδόντων, ἣ θέμις αὐθέντῃσι δολοκτασίας ἱλάεσθαι.
160 E. Med. 1334-1335 κτανοῦσα γὰρ δὴ σὸν κάσιν παρέστιον / τὸ καλλίπρῳρον εἰσέβης Ἀργοῦς σκάφος.
161 Sen. Med. 963-965 Cuius umbra dispersis uenit / incerta membris? Frater est, poenas petit: dabimus, sed omnes.
162 PÉREZ DE MOYA, Filosofía Secreta IV, 53.
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