PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

muchedumbre / de estas comarcas celebra… (1795). Sin embargo, en El hijo del Sol,
Faetón, la luna se menciona casi como simple elemento cósmico, aunque su relación
con el Sol aún la dota de cierta unción religiosa: Clímene se resiste a descubrir a Faetón
su origen, en previsión de grandes desgracias: Pero, ¡ay! que así aventura / no ver del
Sol la luz clara, / que opuesta a la de la Luna, / con el eclipse mayor / amenaza el
mundo el día / que de tu suerte y la mía / se sepa… (1884).
En el auto sacramental El verdadero dios Pan, es la Luna, y no Diana, la manera de
invocar a la divinidad a la que dedica su amor el dios Pan. Esta preferencia por el
nombre que implica un menor compromiso pagano es fácil de entender en el contexto
del auto sacramental, que de manera tan difícil debe equilibrar entre la claridad del
mensaje teológico y el ascendiente mítico. A requerimiento de la Noche, Pan trata de
explicar el significado de los heterónimos de la Luna, como símbolos de los tres
posibles estadios humanos (la tierra, el cielo y el infierno): Luego / en el cielo, en la
campaña / y en el abismo, no mal / se semejan y retratan / Diana, Luna y Proserpina /
en tres estados de un alma, / pues naciendo para el cielo, / vive en la tierra obligada / a
subirse a ser estrella, / o a reducirse a ser ascua (1243). El amor que Pan (Jesucristo)
tiene por Luna-Diana es en el místico sentido, y la Luna no es otra cosa que …viva
imagen de un alma / con que en común lo es de toda / la naturaleza humana (1242). A
lo largo del auto se mezcla esta idea esencial de la Luna como alma humana, con
atributos propios de la diosa pagana Diana, pues los pastores la solicitan para que dé
muerte (en su calidad de diosa cazadora) a un fiero monstruo que amenaza sus rebaños.
En esa circunstancia, los otros pastores (Gentilidad, Judaísmo y Apostasía) dejan
desvalidos a sus rebaños, y sólo Luna-Diana, con la ayuda imprescindible de Pan, logra
vencer al monstruo. Luna-Diana, sin embargo, no se lo agradece e incluso se arroga ante
los demás la victoria. Pero a pesar de esta actitud altiva, y después de muchas dudas,
Luna-Diana se decanta por Pan, en lugar de por el Demonio, que también la requiere, y
de Judaísmo y Gentilismo, que la han tratado de atraer con diversos dones (Desde hoy /
has de ser mi esposo, y dueño / de mis rebaños 1258). Es en ese momento cuando Pan
desvela su verdadera identidad: Soy la luz del mundo; soy / el camino verdadero, / soy
la Verdad y la Vida; / quien fuere en mi seguimiento / no pisará las tinieblas (1257). En
las siguientes vicisitudes del auto (muerte y resurrección de Pan y su exaltación
eucarística), Luna-Diana ya no tiene un papel actuante.
B] Selene personifica al astro lunar, y su mito tiene rasgos paralelos al de Helio, el Sol.
Como él avanza por la bóveda celeste arrastrada por un carro tirado por caballos. Sus
amores son lo más conocido de su mito. Los dos más célebres son los de Endimión (cf.
este artículo) y Pan. Virgilio 609 resume con delicadeza, y con un elegante apunte de
escepticismo, la historia de la Luna con Pan: Así, seducida con un níveo don de lana, si
tal cosa es digna de crédito, Pan, el dios de la Arcadia, te engañó, reclamándote a lo
profundo del bosque; y tú no lo desdeñaste.
C] Pérez de Moya 610 dedica una gran atención a la Luna en su manual mitológico, un
capítulo que se desarrolla en siete artículos y que repasa los principales mitos asociados
con el satélite, como los de Pan y Endimión. También trata sobre sus diversas
denominaciones, entre las que cita las de Diana y Prosérpina. En referencia a Pan, el
609 Verg. G. III 391-393 Munere sic niueo lanae, si credere dignum est, / Pan deus Arcadiae captam te, Luna, fefellit /
in nemora alta uocans; nec tu aspernata uocantem.
610 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, III, 4, 1-7.
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