12.06.2013 Views

PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dedicaba a la mujer la comedia nueva. Es lo que con un término impreciso, como lo es<br />

el contorno de esta cuestión, podríamos llamar la mujer incómoda.<br />

El personaje que pone de manifiesto de manera más explícita en estos dramas su<br />

incomodidad por la marginación que supone su condición femenina es Circe. Cuando le<br />

cuenta a Ulises su peripecia vital, se lamenta, con palabras que nos suenan muy<br />

actuales, de sus dificultades de realización personal. Ella sobresalía con su prima<br />

Medea en fuerza y destreza, pero los hombres …envidiosos / viendo nuestro ánimo<br />

invicto / viendo agudo nuestro ingenio / porque no fuera el dominio / todo nuestro, nos<br />

vedaron / las espadas y los libros (MEA, 1516). Esta circunstancia hizo que se<br />

concentraran en el cultivo de las letras, y especialmente de la magia, llegando a ser<br />

temibles hechiceras. Pero esta reivindicación femenina será sofocada con los hechos,<br />

pues Circe sucumbe al amor y es burlada por Ulises, alguien más listo que ella (¿Quién,<br />

cielos airados, quién / más ha sabido que yo? MEA, 1515). Calderón, que ha dejado<br />

caer entretanto algunos mensajes misóginos (…¿dónde podrá el cielo / librarnos de una<br />

mujer / con belleza y con encanto? MEA, 1513), innova en el desenlace del mito para<br />

hacer sucumbir a Circe, anegada en su frustración y soberbia. Su reclamación de mayor<br />

igualdad aparece así como un indicio más de su altivez, severamente castigada.<br />

Además, por si quedara alguna duda, en la versión a lo divino del mito, Circe representa<br />

el concepto de la Culpa, con su cariz más concupiscente. Da la impresión de que<br />

Calderón castiga (entre otros vicios), igual que lo hará en el caso de Semíramis, el<br />

anhelo de independencia femenina. Hay rasgos en la Medea de Los tres mayores<br />

prodigios que le acercan a su famosa tía (aunque no esgrima, como ella, el ser<br />

discriminada por mujer), pero su conducta soberbia (contra mí no tiene, no, / fuerza<br />

todo el cielo. Yo / su fábrica singular / sola puedo trastornar TMP, 1551) es redimida<br />

por el amor que concebirá por Jasón y que la devuelve al molde femenino tradicional:<br />

Habiendo sido Jasón / (ya poco importa el decirlo) / tirano de mis potencias / y dueño<br />

de mi albedrío… (TMP, 1559). De hecho, en el auto sacramental paralelo (El divino<br />

Jasón), Medea figurará el personaje de Alma humana.<br />

Incómoda y en permanente amargura se muestra también Anaxárate en La fiera, el rayo<br />

y la piedra por haber sido pospuesta a su primo Céfiro en el reinado de Trinacria a<br />

causa de su condición de mujer, resquemor que, junto a la pérdida prematura de sus<br />

padres, le inspiró un carácter altivo y huraño (Él, con no sé qué pretexto / de que<br />

teniendo (¡qué pena!) / en Céfiro, hijo varón, / yo perdía, por ser hembra / la acción del<br />

reino, tomó / posesión de él: indefensa / yo, y él poderoso, ¿quién / le había de hacer<br />

resistencia? / De esta tiranía injusta / resultó … / escrúpulos que en el alma / roan<br />

siempre, y nunca muerden FRP, 1600). Su rechazo explícito y desconsiderado al amor<br />

provocará la venganza de Venus y Cupido, que la convierten en una talla de mármol.<br />

Pero, además, Calderón nos recuerda que su pretensión al trono era infundada, pues al<br />

final de la comedia se desvela que la verdadera heredera del reino de Trinacria era<br />

Irífile, y que Nicandro la había cambiado en la cuna por Anajarte para evitar las iras de<br />

su atrabiliario tío Argante. Otra voz que se alzaba por la causa femenina, además de<br />

recibir un terrible castigo, es totalmente desacreditada.<br />

Pero tal vez el personaje que más desborda el molde femenino habitual en estas<br />

comedias sea Semíramis. La mítica reina de Babilonia, tal como nos la presenta<br />

Calderón, es pura ambición de poder (¡Cuánto, cielos, esta vanidad me agrada / Oh,<br />

qué gran gusto es mirar / tantas gentes a mis plantas! HDA, 778). A ese fin subordina<br />

toda su conducta: no siente verdadero amor por sus dos maridos, Menón y Nino, a quien<br />

462

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!