PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

VENUS (Ἄφροδίτη, Venus) Total menciones: 402
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ADONIS / AMOR / ANTEROS / CUPIDO / DIANA / MARTE / ULISES
A] Venus es uno de los personajes mitológicos que aparece en un mayor número de
obras de Calderón, y el más importante en los dramas que han sido objeto de nuestro
análisis. En alguno de ellos lo hace como protagonista (especialmente en su oposición
conceptual a Diana y lo que ella representa); en otros, como una referencia estereotipada
o superficial. No es extraño que sea la referencia mitológica de más peso en Calderón,
porque el amor (bien sea humano, bien sea divino) es el concepto clave sobre el que se
articula el sentido de estas composiciones. Por descontado, la Venus que tenemos en
Calderón significa un amor bastante idealizado con respecto al modelo original
grecorromano que, con los muchos matices que sería preciso aportar, es una divinidad
que representa, en esencia, el instinto sexual en el ser humano. No en vano la Afrodita
del mundo pagano ha tenido que doblar su cerviz con la idealización platónica y
neoplatónica, la carga de moral cristiana, y los movimientos literarios de formalización
y purificación del sentimiento amoroso, el amor cortés y sus secuelas renacentistas que
convierten la apelación al amor en un ejercicio de retórica. Pero algo tan esencialmente
humano como la faceta más instintiva del amor no puede quedar fuera de la literatura, y
en paralelo a las representaciones idealizadas, corre un impetuoso torrente de pasión, la
que asoma su cabeza de tanto en vez en obras tan vivas como el Decamerón o la
Celestina. Calderón se debe a toda esta tradición, y en sus comedias se dan cita, por así
decirlo, las dos Afroditas, la Urania y la Pandemo (de manera muy visible la segunda
en el comportamiento de los graciosos y los galanes, aunque no sólo en ese ámbito). Lo
que sucede en nuestro dramaturgo es que esa oposición entre las dos Afroditas se ha
solapado con otra mucho menos confusa, la de Venus y Diana, donde la primera
representa todas la tipologías del sentimiento amoroso y la segunda, la contención y el
rechazo a ese sentimiento en todas sus formas. Y las dos visiones del amor, a las que se
dedica toda una comedia, La fiera, el rayo y la piedra, han sido asumidas por Cupido y
Anteros. A todo esto hay que añadir que este planteamiento se manifiesta de acuerdo
con las imposiciones de género del enredo galante, pieza clave de su concepción de la
comedia y molde al que se somete toda manifestación amorosa, ya sea positiva o de
rechazo. Pero bajo esta visión general (y un tanto imprecisa) hay una multiplicidad de
interesantes detalles que sólo podremos apreciar en un análisis singular de cada una de
las obras.
En El mayor encanto, amor Venus asume el papel de deidad contraria a los griegos,
siguiendo la tradición homérica que hace derivar esta animosidad del famoso Juicio de
Paris. La diosa seguirá hostigando al héroe de Ítaca en todo su atormentado periplo:
¿Cuándo vengada estarás, / oh injusta deidad de Venus, / de Grecia? ¿Cuándo tendrán
/ divinas cóleras medio? (1513). Así, cuando Ulises cuenta a Circe sus desventuras
desde la salida de Troya hasta la llegada a su isla, menciona de ese modo a Venus
(Cerqué a Troya, y rendí a Troya / no me permitas que torne / a la memoria sus ruinas,
/ basta que Venus las llore 1515). Además de su inquina por los griegos, Venus destaca,
naturalmente, por su belleza: …la beldad / de Venus… (1514).
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