PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

que espera a quien libere a Semíramis (…que no sepan nunca de ella / hombres… 725),
el joven resuelve sacarla de su encierro. Ante tal decisión, Tiresias opta por arrojarse al
río y morir ahogado con las llaves que cierran la puerta donde está prisionera la joven
(Primero / que las llaves, que conmigo / están, a hombre humano entregue, /
cumpliendo los vaticinios / de mi diosa, me daré / la muerte 723). Posteriormente, la
muchacha cuenta a Menón toda su historia, la mancha de su nacimiento, fruto de una
violación, y cómo Tiresias se apiadó de ella al quedar huérfana (su madre murió en el
sobreparto) tras una competencia entre Diana y Venus por apoderarse de la niña. El
anciano, junto con las aves que le trajeron el sustento (de ahí lo de Hija del aire), había
logrado criarla hasta el día que apareció Menón. Tenemos, pues, a un Tiresias guardián,
más que adivino, pues lo que hace es tratar de impedir con su vigilancia un oráculo
transmitido por Venus.
Un papel muy semejante tiene Tiresias en la comedia Eco y Narciso, aunque como una
referencia en tercera persona, y no como personaje actuante. Narciso, igual que
Semíramis, está encerrado para evitar el cumplimiento de un funesto destino. Y lo
mismo que en el caso de la terrible hija del aire, un estímulo exterior (en este caso el
hermoso canto de Eco) excita las ansias de libertad del joven, que se queja de su
cautiverio a su madre: ¿Por qué, madre, me quitas / la libertad, y me niegas / don que a
sus hijos conceden / un ave y una fiera, / patrimonio que da el cielo / al que ha nacido
en la tierra? (1909). Aunque su madre promete a Narciso desvelar el misterio de su
identidad, la captura de Liríope precipita los acontecimientos: ella cuenta que fue
raptada por Céfiro, quien la forzó, al no poder conquistarla por las buenas. Satisfecha su
pasión, Céfiro la dejó abandonada junto a la cueva del viejo Tiresias (…el sutil / mágico
que tantas veces / habréis oído decir / que asombraba con su ciencia / a los dioses…
1914), condenado allí por haber desafiado a Júpiter con sus conocimientos, tanto fue el
nivel que consiguió en su arte adivinatoria (¡Cuántas veces eclipsó / al sol puesto en su
cenit, / y cuántas resplandecer / le hizo desde su nadir! 1914). Aquel caduco esqueleto
le transmitió buena parte de su ciencia y saberes, y le vaticinó que iba a tener un
hermoso hijo, pero que Una voz y una hermosura / solicitarán su fin / amando y
aborreciendo. / Guárdale de ver y oír (1914).
B] Tiresias es el gran adivino del ciclo tebano, mencionado ya en la Odisea 890 como
fallecido, pues Circe insta a Ulises a bajar al Hades para consultar al alma del augur lo
que le espera: …del Tebano Tiresias, / el profeta ciego, cuya mente sigue intacta. Así
hace Ulises, que no permite acercarse a ninguna otra alma errante en el Hades hasta que
no ha conversado con Tiresias. De igual manera que Calcante es el gran adivino del
ciclo troyano, Tiresias lo es de la generación precedente, que tiene su epicentro en los
dramáticos sucesos de Edipo y su descendencia. Tiresias es, por tanto, el gran adivino
de la tragedia, donde asume actuaciones de gran intensidad dramática, como en el Edipo
Rey, de Sófocles 891 . En esta pieza labra su molde de voz de la verdad, insobornable ante
el temor o el poder (Me iré tras decir lo que he venido a decir, sin que me intimide tu
persona, pues en modo alguno puedes acabar conmigo), actitud gallarda de la que
encontramos ecos en el Tiresias calderoniano. En Eco y Narciso, nuestro dramaturgo
justifica la inclusión de Tiresias en la comedia con la excusa de que el vaticinio hecho
890 Od. X 492-493 …Θηβαίου Τειρεσίαο, / μάντιος ἀλαοῦ, τοῦ τε φρένες ἔμπεδοί εἰσι.
891 S. OT. 447-448 Εἰπὼν ἄπειμ᾿ ὧν οὕνεκ᾿ ἦλθον, οὐ τὸ σὸν / δείσας πρόσωπον· οὐ γὰρ ἔσθ᾿ ὅπου μ᾿
ὀλεῖς.
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