PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

En El monstruo de los jardines, sin embargo, estamos en una cronología anterior a la
Guerra de Troya, pues es precisamente la participación de Aquiles en la lucha la
condición que los hados ponen como indispensable para la caída de la fortaleza de
Príamo. Ulises, comisionado para conseguir encontrar y llevar consigo a Aquiles, nada
más llegar a Gnido declara su misión: …presto de Troya ha de vengarse Grecia (1986).
Un poco más adelante, Danteo explica, después de dejar claro el motivo de la guerra
aludiendo al famoso rapto de Helena, y con evidente menosprecio por la tradición
clásica, que Ulises es quien ostenta el gobierno de la expedición contra Troya: …de
cuyos / grandes apercibimientos / es el movedor Ulises, / a quien por valor e ingenio, /
para la Guerra de Troya / da Grecia el marcial gobierno (1988). El oráculo de Marte,
que vincula la presencia de Aquiles en la batalla con la caída de la ciudad, es
contundente: «Troya será destruida / y abrasada por los griegos, / si va a su conquista
Aquiles, / a ser homicida de Héctor» (1989).
Por último, en el auto sacramental Los encantos de la culpa, Troya se carga de sentido
alegórico y es mencionada como escenario de la vida mundana. Entendimiento le
reprocha al Hombre su poca memoria: Ya olvidas / aquel pasado vaivén / de la fortuna
en quien viste / la Troya del mundo arder / de adonde te saqué yo? (408). Más clara aún
encontramos esa interpretación en las palabras que la Culpa (Circe) le dirige a Ulises:
…que erais el valiente Ulises… / … / …que de la Troya del Mundo / huyendo venís al
fuego… (413).
B] Naturalmente, en el caso de Troya, huelga buscar fuentes precisas que inspiraran a
nuestro poeta, pues el impacto de su leyenda fue tan enorme en la tradición cultural
occidental, que pudo recibir esta información desde sus primeras letras. Valga recordar
que el nombre de la ciudad está presente en uno de los pórticos de la literatura
occidental, el comienzo de la Odisea 1137 , donde el poeta invita a cantar las aventuras que
arrostró uno de los grandes héroes griegos, tras devastar la sagrada ciudad de Troya.
Troya es algo más que una ciudad en la Ilíada, una especie de personaje inanimado que
intimida con su alta presencia, pero que desata entre los hombres el mayor arrojo
guerrero por poseerla. Virgilio 1138 , por su parte, puso en boca de Eneas el relato más
celebrado de la caída de la famosa ciudad: Me ordenas, reina, revivir un inefable
dolor…
C] El paso al valor negativo que tiene en los autos sacramentales, no muy difícil de
deducir, lo adquiere el topónimo cuando asume el significado común de destrucción,
devastación o muerte, tal cual lo encontramos en El Quijote 1139 , cuando el infortunado
protagonista naufraga en el río, y sólo la ayuda de unos molineros evitó que allí había
sido Troya para los dos. Con peor intención titula Quevedo 1140 uno de sus sonetos, Pinta
el “Aquí fue Troya” de la Hermosura, en el que encontramos la expresión totalmente
lexicalizada, significando el final (aparatoso) de algo grande que se vino abajo.
1137 Od. I 2. …ἐπεὶ Τροίης ἱερὸν πτολίεθρον ἔπερσε.
1138 Verg. Aen. II 1-804. Cf. II 3 Infandum, Regina, iubes renouare dolorem…
1139 CERVANTES, Don Quijote de la Mancha, II, XXIX.
1140 QUEVEDO, Poesía original completa, 551.
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