PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

griego), porque es un licor muy caliente que incita a lujuria, o porque los lujuriosos
aman mucho los olores. Para el abundante tratamiento literario de este mito en nuestras
letras, remitimos al artículo dedicado a Adonis.
MOMO (Μῶμος, Momus) Total menciones: 4
MEA (1) TMP (1) FAP (1) AYC (1)
BACO
A] Momo, como Baco, es una divinidad muy socorrida para momentos de chanza y
burla en boca de los graciosos, y una de las invocaciones favoritas de estos personajes
en Calderón. Eso es todo lo que queda en nuestro dramaturgo (un uso puramente
formulario) de esta curiosa deidad griega que representaba la personificación de la Burla
y el Sarcasmo, y que era algo así como un incómodo tábano dialéctico. Nos
encontramos a Momo en El mayor encanto, Amor invocado por el gracioso Lebrel en
la difícil coyuntura de un naufragio (¡Piedad, Momo sagrado! / No el que carne vivió,
muera pescado 1510). En Los tres mayores prodigios, vuelve a aparecer como
invocación de un gracioso (en este caso Pantuflo, criado de Teseo: ¡Ay! ¡Que me asen! /
¡Por el supremo dios Momo, / que no me responde nadie! 1570), cuando presa del terror
llama su amo porque, perdido el hilo, se ha despistado a la entrada del laberinto de
Creta. En Apolo y Clímene, Sátiro, un villano, invoca a las dos divinidades en que
buscan amparo los graciosos: Por el dios Momo, / que, asociado del dios Baco, / es mi
segundo devoto… (1851). Por último, en las Fortunas de Andrómeda y Perseo, Bato,
criado del héroe, invoca a Momo cuando, con notable vulgarismo, se queja de lo difícil
que le resulta entender el lenguaje oracular de los dioses: Válgame el dios Momo, / que
es dios de los que habran más / que deben! (1657).
B] Momo es una de las abstracciones sin ningún recorrido mítico que, según Hesíodo 654 ,
engendró la Noche sin acostarse con nadie. Una versión más moralista del personaje la
encontramos en las Fábulas de Esopo 655 , donde Momo, antes de ser expulsado del
Olimpo por los dioses, hizo de juez para determinar cuál era la mejor entre las
creaciones de Zeus, Atenea y Posidón. Momo, en un alarde de sabiduría práctica,
descalifica las de los tres, entre las que se encuentra el ser humano, obra de Zeus, a la
que Momo reprocha no tener una ventana en el corazón para que se puedan adivinar sus
intenciones.
C] La popularidad de esta divinidad tan periférica en el mito griego se debe, sin duda, a
su conversión en un estereotipo burlesco. Interesante a este respecto resulta el perfil que
de él dibuja Pérez de Moya 656 , quien le confiere un toque cómico ya desde el principio
de su descripción: El Momo fingieron los poetas ser un dios muy holgazán, que no
acostumbraba entender en otra cosa sino en reprehender las obras y trabajos ajenos…
No se esforzó esta vez mucho nuestro mitógrafo en simular su fuente, el Tesoro de
Covarrubias: Fingieron los poetas que de la Noche y el Sueño nació un hijo, que
llamaron Momo. Éste no hace cosa alguna, y sólo sirve de reprehender todo lo que los
654 Hes. Th. 214 οὔ τίνι κοιμηθεῖσα.
655 Aesop. 518.
656 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, II, 43.
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