PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

En La hija del aire, que tantos episodios militares tiene, hay alusiones al dios como
apelación a la guerra, pero también al famoso adulterio, que simboliza algo así como un
intervalo de paz: Pues cuando Marte dormía / en el regazo de Venus… (755). La pareja
es también utilizada como oposición simbólica entre el amor y la guerra: Hoy en ti, / a
Venus se rinde Marte (759). En La fiera, el rayo y la piedra, Cupido se considera hijo
de Vulcano, quien en su fragua construye las armas de Marte y Júpiter: …siendo hijo /
de quien fragua, funde y templa / de Júpiter y de Marte / armas que entrambos ejerzan,
/ aquel en rayos que vibra, / y éste en puntas que ensangrientan (1599). En Celos, aun
del aire matan la referencia a Marte aparece cuando Céfalo deja el dardo letal que ha
caído de manos de Diana consagrado en el templo de Marte (De tanto misterioso /
pasmo testigo sea / en el templo de Marte / este venablo 1789). Vinculación natural
entre el arma y el dios, y también presagio de los daños que causará la lanza en el
futuro.
La púrpura de la rosa es la comedia en que Marte juega un papel más importante.
Venus se enamora de Adonis cuando el joven la libra del acoso de una fiera. Las
protestas amorosas de Venus cuando Adonis tiene que marchar llegan a oídos de Marte,
quien ama a Venus y con quien ésta reconoce haber tenido pasados devaneos
(…acordándome de que / fuimos fábula los dos / de los dioses…1768). Aunque Venus
rechaza contarle la verdad, él se entera por medio de las siervas de la diosa, pero no
puede hacer nada, porque lo reclama con insistencia su hermana Belona para ayudar a
su bando en la guerra que mantienen sus partidarios de Gnido contra los de Apolo, de
Delfos. En ese intervalo, Venus, mediante las armas de su hijo Amor, logra provocar la
atracción de Adonis. Cuando Marte llega a Chipre victorioso de la guerra, trata,
consumido por los celos, de que Amor le informe de todos los detalles de la pasión de
Venus por Adonis. Pero el diosecillo le lleva hasta una cueva donde está el Desengaño
acompañado por el Temor, la Sospecha, la Envidia y el Rencor personificados como
pálidas sombras; la cueva no es otra cosa que la cárcel de los celos. Estos seres le ponen
a Marte frente a un espejo donde puede ver lo que está sucediendo en el jardín de Venus
en Chipre. Esta visión exacerba los celos del sanguinario dios, que acude en busca de
los dos amantes. Venus trata de evitar la tragedia, instando primero a Adonis a huir de
las iras del dios y, más tarde, aplicando a Marte las aguas del Leteo y de la laguna
Estigia, las aguas del olvido. Así se produce una lucha en el interior del dios guerrero
entre los mensajes de las Furias, que lo inducen al olvido, y los de su hermana Belona,
que lo anima al recuerdo y la venganza. Al final prevalecen estos últimos sentimientos,
y cuando se oyen voces de que Adonis persigue de nuevo al jabalí, Marte invoca a una
de las Furias, Megera, para que infunda en el animal una gran saña y poder mortífero. El
conjuro hace efecto, Adonis es matado por el jabalí y Venus se desmaya al conocer este
desenlace. Pero todo lo idealiza la aparición de Amor portando un designio de Zeus, por
el cual Adonis quedará inmortalizado al dar color con su sangre a las rosas, mientras
que la estrella de Venus recibirá el color purpúreo de la flor de Adonis. Sólo Marte
queda contrariado y recomido por los celos ante esta sublimación del amor entre Venus
y Adonis. El amor ha vencido sobre los celos: a pesar de los celos, / sus triunfos logre /
el Amor, colocadas / Venus y Adonis: / y reciban ufanas, / y eternas gocen / las estrellas
su estrella, / su flor las flores (1783).
En El hijo del Sol, Faetón, el gracioso Batillo, al grito de ¡Ah, soldado! responde, muy
a propósito: Ese soy yo, por la gracia / de Marte (1893). En Fieras afemina Amor nos
volvemos a encontrar con una fugaz alusión al famoso adulterio con Venus, cuando
Hesperia le advierte a Hércules sobre la fuerza del amor en dioses y héroes: …Cuando
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