PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

Diana y desde allí tratar de aplacar la influencia del violento Cupido (En la superior
esfera / de Diana; pues que ya / no puede sufrir la tierra / el correspondido amor, / al
cielo es bien que trascienda / de la luna, desde donde / deshaga tus influencias 1598),
lo cual constituye un claro simbolismo de la espiritualización del otro amor. De esta
manera, el imperio en la tierra del amor correspondido se ve desplazado
provisionalmente por el amor pasional. Cupido obtiene de los Cíclopes sus famosas
armas, con las que causa efectos devastadores en los humanos, efectos que trata de
paliar Anteros con un dardo otorgado por Diana. La dura pugna entre estas dos
poderosas deidades se establece en las relaciones de los personajes humanos de la
comedia (Pigmalión, Céfiro e Ifis como representantes masculinos, e Irífile, Anajarte y
la estatua vivificada de Pigmalión, en el lado femenino). Aunque en un principio parece
prevalecer Cupido, pues Irífile se muestra esquiva y desdeñosa, la estatua no habla y
Anajarte es la viva representación del desdén), según avanza la comedia, las dos
primeras van suavizando su carácter ante los requerimientos de sus amantes, y la tercera
es severamente castigada por su aspereza y rechazo del amor. Al final es Venus, madre
de ambos, quien dictamina la victoria para Anteros, y el fin de la comedia es una
exaltación del amor correspondido (¡Muera, muera, el amor vendado y ciego! / ¡Viva el
correspondido Amor perfecto! 1636). Hasta el propio Cupido reconoce su derrota.
B] Anteros es un personaje con muy escaso desarrollo dentro de la mitología
grecorromana. Al tratarse de una idea filosófica más que de una persona mitológica, no
es casualidad que la fuente más importante que lo trata en la literatura antigua sea
Platón 147 . El filósofo alude a esta divinidad como una suerte de tierna añoranza (muy
poco sensual, por cierto) de la persona amada. Pausanias 148 cuenta en el primer libro de
su periplo geográfico, a propósito de un altar dedicado a Anteros, la historia del amor
entre Meles y Timágoras, en demostración del cual el segundo se lanzó voluntariamente
por un precipicio y murió, de donde se desarrolló un culto a Anteros como la conciencia
vengadora de Timágoras. Por otros autores sabemos que la idea de Anteros fue
sometida a la personificación propia de la mitología clásica, apareciendo como hijo de
Marte y Venus, y por lo tanto hermano de madre de Cupido, aunque no de padre, pues a
Cupido se le hace hijo de Mercurio. Ovidio 149 , por su parte, habla en los Fastos de
ambos como hermanos gemelos hijos de Venus. Esta noción espiritualizada de Anteros
se va desarrollando cada vez más, en el tránsito del mito a la sensibilidad cristiana. Ya
en época renacentista lo encontramos claramente establecido, por ejemplo, en Alciato 150 :
Anteros: Amor a la virtud que vence cualquier otro deseo. En esta descripción va
tomando cuerpo la concepción de un amor más espiritual, más puro, que se sobrepone
sobre una visión instintiva y pasional del amor, representada por Cupido-Eros.
C] La visión de Anteros que nos ofrece Calderón es la canónica en su época, como
podemos comprobar en Lope de Vega, a quien atrajo mucho este motivo. Prueba de ello
la tenemos en La Arcadia 151 : Venus no sé si a Marte o a Vulcano / llamó para este efeto;
en fin se cuenta / que dio a Cupido otro Cupido hermano. / Anteros se llamó, que
representa / un recíproco amor de voluntades, / que amor pagado con amor se
147 Pl. Phdr. 225d.
148 Paus. I 30, 1.
149 Ov. Fast. IV, 1.
150 ALCIATO, Andrea. Emblemas, p. 131. Ἀντέρως. Amor virtutis alium cupidinem superans.
151 LOPE DE VEGA, La Arcadia, p. 286.
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