PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

simbolizando la fuerza destructora de los celos, otro tema dilecto a Calderón y, en
general, a todo el teatro barroco español. Aquí nuestro dramaturgo utiliza con fuerza sus
recursos simbólicos, casi al nivel de un auto sacramental, cuando nos presenta al dios
guerrero penetrando por la oscura cueva de los celos, acompañado del Temor, la
Sospecha, la Envidia y el Rencor. Este sentimiento cruel y vengativo se materializa
cuando Marte, instigado por su hermana Belona (personificación de la guerra) invoca a
Megera, una de las Furias, para que infunda en el jabalí que persigue Adonis una saña
criminal. El conjuro hace su efecto y Adonis pierde la vida ante el jabalí. El círculo se
cierra, los presagios se cumplen, la culpa heredada se expía y el amor es exaltado y
purificado (Júpiter, ante los ruegos de Venus, inmortalizará a su bello amante dando
color con su sangre a las rosas, color con que brillará también el lucero del alba).
B] En esta comedia se aprecia muy bien la habilidad con que Calderón manipula el mito
clásico para reconducirlo hacia la expresión de los valores de su universo literario 89 .
Mito de origen oriental, asociado al ciclo regenerativo de la naturaleza, entra de la mano
de Afrodita en la mitología griega. Aunque ya mencionada por otros autores 90 , su
leyenda cobra cuerpo literario en Ovidio 91 , que dedica una gran extensión en sus
Metamorfosis a todo el desarrollo del mito, desde los amores incestuosos de su madre
Mirra, hasta la sangrienta muerte del joven embestido por un jabalí. Nada menos que a
lo largo de 441 versos (contando con la interpolación del mito de Atalanta e
Hipómenes) discurre la leyenda de Mirra y su hijo por la obra de Ovidio. Esta fue, sin
duda, la fuente clásica que inspiró a nuestro dramaturgo. Su relato lo relaciona Calderón
con el del célebre adulterio de Venus y Marte, tratado también por el poeta romano en
su magna obra 92 , donde resuenan aún muy claros los ecos de los versos de Demódoco en
la Odisea 93 homérica. El grácil atractivo del relato ovidiano se carga de pasión con la
irrupción de Marte como principio negativo, representación de la violencia de los celos,
que Calderón conecta con las oscuras fuerzas del trasmundo (las Furias y las sombrías
abstracciones que lo arrastran a la venganza). El personaje pasa del delicado esteticismo
clásico al violento mundo de las pasiones barroco.
C] El tema mítico de Venus y Adonis fue tratado con profusión en nuestra literatura
aurisecular, en forma dramática y poética, en autores relevantes cuya obra no pudo ser
ignorada por nuestro autor. Así, Calderón contaba con un precedente directo en Lope de
Vega, que dedicó a este mito una de sus ocho comedias conservadas de tema
mitológico, Venus y Adonis, compuesta, como la calderoniana, para una fiesta regia.
Antes, su belleza y su intensidad dramática no habían pasado inadvertidas a los grandes
poetas renacentistas. Con su natural elegancia lo trata Garcilaso de la Vega en su égloga
tercera 94 , y su coetáneo Diego Hurtado de Mendoza 95 compuso en octavas reales la
Fábula de Adonis, Hipómenes y Atalanta. El poeta granadino, igual que Lope en su
comedia, entrevera el mito de Hipómenes y Atalanta en la narración de la historia de
89 Disponemos de un interesante análisis de las fuentes de Calderón para este mito (y los demás que aparecen en la
obra) en el estudio crítico contenido en la excelente edición de La púrpura de la rosa debida a CARDONA,
CRUICKSHANK y CUNNINGHAM (1990, 73-99) y editada en Reichenberger.
90 Apollod. III 14, 4; Theocr. Id. XV; XXX; Verg. Buc. X 18.
91 Ov. Met. X 503-559; 708-739.
92 Ov. Met. IV 169-179.
93 Od. VIII 266-365.
94 GARCILASO DE LA VEGA, Ég. III, 169-192.
95 HURTADO DE MENDOZA, Poesía, Fábula de Adonis, Hipómenes y Atalanta. p. 167-193.
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