PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

(Ariadna) lo acusa y Verdad (Fedra) lo defiende, advirtiendo ésta última que se está
cometiendo una gran injusticia. El Mundo se muestra vacilante ante ambas
argumentaciones, pero acaba por aceptar la versión de la Mentira (¿Cómo puede ser
Divino / quien como Humano padece / frío, calor, hambre, sed / y cansancio? 1574) y
entrega a Theos (Teseo) a la Culpa, que custodia el laberinto en el que se encuentra el
monstruo (la Muerte). A su entrada, un enorme estruendo estremece al Mundo hasta el
punto de que …todo el Mundo fallece / a un súbito parasismo, / tan mortal, que en él se
advierte, / o que todo el Mundo expira, / o que su hacedor padece (1579). Pero Theos
sale victorioso de su enfrentamiento con la Muerte y, al oír su voz, el Mundo vuelve a
su ser (Esta voz a todo el Mundo / ha vuelto en sí 1579).
B] El personaje aparece ya mencionado en La Ilíada 643 , donde se le titula protector de
Creta, y en la Odisea 644 , en la que Ulises lo contempla en su descenso a los infiernos
como un juez soberano investido de toda majestad, sentado en su trono y empuñando su
cetro a las puertas del Hades. Pero aunque lo encontramos en otras muchas fuentes
antiguas, como la Biblioteca de Apolodoro 645 , es sin duda el pasaje que le dedica
Ovidio 646 en sus Metamorfosis del que es tributaria la tradición que desemboca en
Calderón. En la versión más recibida del mito, Minos es hijo de Zeus y de Europa, fruto
del celebérrimo rapto de la ninfa, aunque fue adoptado por Asterión, quien también
tenía como hijos a Radamantis y Sarpedón. Posidón afirmó el poder de Minos al hacer
salir del mar un fantástico toro, hecho que destacaba a Minos sobre sus hermanos, pero
que fue a la postre el origen de todas sus desdichas. Posidón, muy contrariado por el
hecho de que Minos no le sacrificara tan espléndido animal, insufló en el espíritu de la
mujer de éste, Pasífae, una pasión bestial por el toro, de la que derivó en última
instancia el nacimiento del Minotauro y el subsecuente ciclo cretense asociado a la
figura heroica de Teseo.
C] Es obligado aludir a los dos precedentes dramáticos que tuvo Calderón en nuestras
letras como modelo para acometer su adaptación del mito cretense. Lope de Vega le
allanó el camino en la comedia y Tirso de Molina 647 en el auto sacramental, con sendas
composiciones con el mismo título, El laberinto de Creta. En una y otra asume Minos
un papel importante, parecido al que tiene en las piezas calderonianas. En la segunda,
Minos representa al rey del mundo no creyente, incompatible con el mensaje liberador
de Teseo: Seguidle, vasallos míos, / que un reino no admite a dos. / Ya sea hombre, ya
sea Dios, / pruebe mis rabiosos bríos, / que pues a su ser me igualo, / si al monstruo
llega a vencer / yo sabré hacerle poner / a la vergüenza en un palo. Pérez de Moya 648 le
dedica un capítulo a este ciclo mítico (De Minos y laberinto de Creta, y del Minotauro y
Pasipha), donde describe con bastante exactitud el mito tal cual lo cuenta Ovidio y lo
adorna de un sentido histórico y de una aplicación moral. En ésta no se repara en
Minos, sino que es el laberinto el trasunto del mundo (lleno de engaños y
desventuras…), idea que Calderón hace suya en el auto sacramental comentado. La
figura de Minos cobró una gran presencia en nuestra literatura como uno de los tres
jueces del infierno (junto con Radamantis y Éaco). Así aparece como portavoz de este
643 Il. XIII 450 Κρήτῃ ἐπίουρον.
644 Od. XI 568-571.
645 Apollod. III I; 15, 7-9.
646 Ov. Met. VIII 153-235.
647 TIRSO DE MOLINA, El laberinto de Creta, 1046-1053.
648 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, IV, 26.
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