PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

Los tres mayores prodigios es una comedia cuyas tres jornadas presentan desarrollos
argumentales prácticamente independientes, aunque al final vayan todos a confluir de
forma un tanto forzada en el acto de la apoteosis de Hércules en el monte Eta. Comienza
la trama con un Hércules vestido de salvaje que anda buscando información sobre el
paradero de Deyanira, su mujer, que hace un año que ha sido raptada por el centauro
Neso. Le informan de que por esos parajes han sido vistos ambos, y el héroe manifiesta
su voluntad de abatir al centauro con una flecha envenenada con la sangre de la Hidra
(…pues teñida está en la sangre / de la hidra que yo he muerto, / cuya ponzoña
convierte / la sangre que toca en fuego… 1578). Cuando Hércules los encuentra, el
centauro se defiende amarrando contra su cuerpo a Deyanira, con la amenaza de matarla
si el héroe dispara su flecha. Tras unos instantes de vacilación, pues Hércules teme
hacer daño a su mujer, los celos le impulsan a lanzar la flecha y acabar con la vida de
Neso. Pero éste tiene pensada una venganza póstuma; persuade en medio de su agonía a
Deyanira a que acepte la capa empapada en su sangre, porque, según él, es un remedio
infalible contra el desinterés o desamor de su esposo. Ella acepta, y muy pronto pondrá
a prueba el sortilegio, pues Hércules, preso de escrúpulos de honor, se muestra muy frío
con Deyanira, a quien pretende ocultar de la vista pública. Ella interpreta esta actitud
como un distanciamiento (porque si tú tu honra dudas / ¿Quién ha de creer tu honra?
1584) y acaba por ofrecer al héroe la letal túnica. Hércules la toma cuando, llegados
Jasón y Teseo de sus periplos buscando a Deyanira, todos resuelven ofrecer un
sacrificio a Júpiter en el monte Eta. Es en el curso de este sacrificio, y en compañía de
sus dos heroicos amigos, cuando Hércules es abrasado por el veneno de la Hidra que
contenía la sangre del centauro y que impregna la túnica que le ofrece Deyanira. No
pudiendo soportar el dolor, se arroja cual pira humana como sacrificio a Júpiter.
Deyanira, al darse cuenta del desenlace que ha provocado su desconfianza, se lanza al
fuego tras él. Y como remate a tan trágico final, el gracioso establece un brutal
contrapunto: ¡Lindo par de chicharrones / para mi hambre se asan! (1589).
En Fieras afemina amor el protagonismo del héroe es aún mayor, pues alcanza a toda
la comedia, y no sólo a una de sus jornadas. En la primera de ellas encontramos a
Hércules dando muerte al león de Nemea, muy cerca del famoso Jardín de las
Hespérides. Al ver el soberbio palacio que se encuentra cabe el jardín, trata de entrar y
ofrecer los despojos de la fiera a sus moradoras, pero recibe de las tres ninfas que lo
habitan severas advertencias de que no penetre en él. El héroe hace oídos sordos y
obliga a Hesperia, una de las ninfas, a que le dé información sobre ese misterioso lugar,
cosa que hace la ninfa por extenso. Hércules, en el curso de la conversación, no deja de
denigrar con contundencia a las mujeres: …por no obligarme a aborrecerlas / como a
cuantas mujeres / hasta hoy llegué a ver (2026); …si es que yo entiendo de bellas; / que
para mí las hermosas / son solamente las fieras (2028); No fies / tú que por mujer te
tenga / respeto, porque no hay / cosa que más aborrezca (2028). Con semejante opinión
sobre la mujer, el amor no cuenta, evidentemente, entre sus planes: ¿Es amor más que
una ciega / tirana, a quien yo doy / las armas con que me venza? / ¿Yo he de introducir
en mí / otro yo, que con violencia / mande en mí más que yo mismo? (2030). Y como
ejemplo de actitud bochornosa (y conviene resaltarlo, por lo que significará para el
héroe en el desenlace de la comedia) pone la de Aquiles vestido de mujer por el amor
que sentía por Deidamía (…cuán vil, por Deidamía bella, / vistió femeniles ropas /
peinando el cabello a trenzas 2030). Con semejante ideología, el héroe rehúsa atacar al
dragón para liberar a las ninfas y se echa a dormir. En ese momento aparecen Cupido y
Venus con la intención de vengar tal actitud de desprecio hacia ellos. Cupido desvela su
plan: lo asaeteará con …el veneno de dos flechas, / haciendo que el oro le obligue a que
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