PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

Helesponto) en un templo de la Cólquide, se convirtió en requisito imprescindible para
que Jasón se hiciera con el reino de Yolco, que en justicia le correspondía. En Los tres
mayores prodigios se cuenta este suceso en la primera jornada de la comedia. La
aventura tiene lugar en Asia, y la ocupa la consecución del vellocino de oro por parte de
Jasón. Comienza con una Medea fuera de sí porque Frixo, huido de su madrastra en su
país de origen, ha decidido ofrecer a Marte el vellón del carnero sobre el que, por los
aires, ha llegado hasta Colco (Al templo altivo de Marte, / en la grande isla de Colcos, /
hoy consagra un peregrino / el vellocino de oro 1548). Frixo cuenta de manera detenida
toda su historia: para huir de su terrible madrastra, Júpiter, por intercesión de su madre
Néfile, les da a los hijos un carnero mágico con el que huir volando (…aqueste bruto os
envía, / en cuyos seguros hombros / podáis fiaros al mar, / como no volváis los ojos / a
esta tierra eternamente 1550). Luego hace una poética descripción del maravilloso
animal (…un ariete, cuya lana / de oro era. Humanos ojos /¿cuándo vieron que se diese
/ en traje de esquilimo el oro / brillante? 1550). Medea, en una exhibición increíble de
su soberbia, se considera merecedora del vellocino por encima de Marte y Venus.
Marte, por su parte, acepta el don que le dedica Frixo, y para que nadie lo pueda hurtar,
lo posa en un roble defendido por una terrible serpiente y dos toros metálicos que echan
fuego. Cuando llega Jasón en procura de la mágica pieza, se da cuenta de que sólo
puede conseguirlo con la ayuda de Medea. Ésta, enamorada del héroe, paraliza a las
bestias que lo custodian. Al final huyen Medea y Jasón con el vellocino, dejando las
artes de la primera confundidos a los perseguidores, a los que, ofuscados, hace combatir
entre sí: Nosotros nos damos muerte, / mientras que Jasón invicto / lleva a la hermosa
Medea / y ha librado al vellocino (1561).
En El divino Jasón, tenemos la misma historia contada a lo alegórico divino. En este
auto sacramental, el vellocino de oro pasa a significar el Alma Humana y Jasón,
trasunto de Jesucristo, junto con sus Argonautas celestiales embarcados en la nave
Argo, emprende una difícil aventura para librar al alma (perdida con el pecado original
y presa de la Idolatría), de las garras del diablo. Para ello contará con la ayuda de Medea
(la Superstición Pagana, que acaba creyendo la verdadera doctrina). El vellocino, que en
realidad toma forma de cordero pascual, está en lo alto del árbol del bien y del mal, en
el antiguo jardín edénico, custodiado por fieras terribles. Jasón-Cristo ha de pasar por el
martirio y la muerte para rescatarlo, cosa que consigue pese al acoso de las fieras.
También es mencionado el vellocino de oro en El sacro Parnaso, con motivo de la
competición de mitología comparada que sostienen Gentilidad y Judaísmo. Gentilidad
responde con estos versos a la alusión que Judaísmo hace al vellón de Gedeón: De otro
blanco vellocino, / a quien dio el oro su esmalte, / a pesar de horribles fieras, / Jasón
está aquí triunfante (780).
Y por último, en El verdadero dios Pan, los distintos pastores ofrecen a Luna-Diana sus
mayores dones. Judaísmo entrega el vellón de Gedeón, Gentilidad el vellocino de oro, y
Pan el cordero pascual. Gentilidad explica su ofrecimiento: Este es aquel que le dio /
Júpiter a Eles, … / … / y habiéndole por más nombre / a Marte, Frisio ofrecido, / Jasón
yo de tu beldad, / hoy a Júpiter y a Marte / le robé… (1256). Luna acepta como el más
estimable el ofrecimiento de Pan, pues la comparación con el vellocino implica
comparar la verdad con las fábulas… Si [la prefiero] a la de oro, en fe es de que / de las
fábulas me ofendo (1252).
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