PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

Zeus gloriosísimo, máximo, Zeus padre, Zeus soberano, que parecen resonar, algunas
veces cristianizadas, en las páginas de Calderón.
C] Tampoco sería tarea muy sensata querer dar noticia, por ligera que fuera, de la
presencia del gran dios pagano en nuestras letras áureas. Bástennos un par de
testimonios que sirven para ilustrar esa presencia y la distancia con que nuestros
clásicos se sirven de ella. A este respecto es difícil no recordar el episodio de El
Quijote 580 en que el barbero, queriendo mostrar al hidalgo manchego el género de locura
que padece, cuenta un sucedido en la casa de locos de Sevilla, donde un licenciado que
se proclamaba curado de su insania estaba a punto de ser sacado del manicomio por un
capellán, cuando ante las amenazas de otro loco que se consideraba Júpiter, él se
proclamó Neptuno. Manera elegante de desacreditar por completo aquella religión
pagana. ¿No sabes tú, licenciadillo menguado, que lo podré hacer, pues, como digo, soy
Júpiter Tonante, que tengo en mis manos los rayos abrasadores con que puedo y suelo
amenazar y destruir el mundo? A Júpiter, como era de esperar, concede Pérez de
Moya 581 un extenso capítulo, en el que repasa lo esencial de su mito, y condena su
desafuero sensual: Con todo esto, era tan desordenado en el vicio sensual que aun a su
hermana no perdonaba, y así, no veía mujer de buen rostro que della no gozase, y aún
hasta el amar mozos, de que le acusa san Agustín. El bachiller se esfuerza también por
explicar la asimilación que se hace de Júpiter con el Dios padre cristiano (tal cual nos la
encontramos varias veces en los autos de Calderón): y aunque los gentiles en otras
cosas muchas errasen, introduciendo muchos dioses, pero bien entendieron ser un solo
Júpiter, del cual estos bienes a los hombres viniesen.
FRP (1)
LAMIA (Λαμία, Lamia) Total menciones: 1
FLORA
A] Sólo una vez resuena el terrorífico nombre de Lamia en las comedias de Calderón,
aunque más con el significado de meretriz que el de monstruo comeniños. En La fiera,
el rayo y la piedra, Anajarte insta a Pigmalión, al que considera un demente, a sacar la
estatua de su jardín: …y así, / esa que hasta hoy imagen / de alguna deidad gentil /
veneré, y ya desde hoy / tendré por retrato vil / de una Lamia, de una Flora, / pues
mudamente civil / se deja mirar sin ver, / se deja hablar sin oír… (1622).
B] Lamia era un monstruo femenino, que se decía que robaba a los niños y que, como
nuestro caco o el hombre del saco, era utilizado para intimidarlos. La leyenda más
célebre del origen del monstruo nos habla de una hija de Posidón (madre de Escila)
amada por Zeus, cuyos hijos eran eliminados sistemáticamente por su incansable esposa
Hera. Esta frustración maternal turbó a Lamia el juicio, al no poder soportar la envidia
que le producían las mujeres que gozaban de sus hijos. Acabó retirándose a una cueva
donde se convirtió en un monstruo insomne, que por la noche salía en busca de los
niños para devorarlos. Zeus, apiadado de tanta desgracia, le confirió la posibilidad de
poder quitarse y ponerse los ojos para poder dormir. No da mucho crédito a esta leyenda
580 CERVANTES, Don Quijote de la Mancha, II, I.
581 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, II, 6, 2.
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