PERSONAJES MITOLÓGICOS - e-Spacio - UNED

identidad: su carácter de maga o hechicera es recalcado por Jasón antes de ser vencida
por los encantos de éste: Guardando están su riqueza / dragones fieros, y monstruos, /
porque es mágica Medea (62). Igualmente se hace énfasis en su legendaria sabiduría:
Medea, que significa / consejera, y sabia en todo (63).
B] Medea es un personaje de gran cultivo literario desde la Antigüedad. De la estirpe
del Sol, comparte con otras de sus descendientes (de manera destacada con su tía Circe)
poderes mágicos. Con esta aureola de hechicera transita Medea por el mito clásico,
aunque los dramaturgos antiguos se detienen más en los desgarros de su conciencia
cuando se ve ante la terrible tesitura de matar a sus hijos y así vengar el perjurio de
Jasón, que la abandona tras lograr sus objetivos, o de que prevalezca ese amor y dejar
impune el abandono del héroe. Eurípides y Séneca dedicaron sendas tragedias a este
conflicto interior del personaje, que Calderón no considera en su recreación dramática.
La Medea de nuestro dramaturgo está tallada en un molde muy semejante al de Circe.
Ambas han alcanzado una gran sabiduría mágico-científica que las ha dotado de unos
poderes que las convirtieron en hechiceras y que han potenciado de manera insensata su
autoestima. Este poder, poco a poco, va creando sobre ellas una imagen muy peyorativa,
casi demoniaca. Calderón, sin embargo, atempera mucho esta tradición, y en el auto
sacramental, Medea, que asume el significado de la Sabiduría pagana, acaba por
convertirse a la Verdadera sabiduría. Ovidio 617 le dedica una gran atención al personaje:
en las Metamorfosis va siguiendo su peripecia, que comienza con la llegada de Jasón a
la Cólquide en busca del vellocino de oro. Medea, inducida por Afrodita, se enamora
inmediatamente de él, decide ayudarlo y seguirlo tras un intenso debate interior,
estableciendo con él un firme compromiso: «Me doy cuenta de lo que voy a hacer, no
me engaña el desconocimiento de la verdad, sino el amor. Mi ayuda te va a salvar;
cuando estés a salvo, cumple lo prometido». Como es bien sabido, Jasón se beneficia de
esta ayuda, y no se detiene en sus ruegos, sino que le pide, de manera harto egoísta, que
rejuvenezca a su padre Esón. Esto da pie a una larga descripción del ritual de hechicería
que sigue para quitarle al anciano cincuenta años de encima. Poco después acaba con
Pelias, y cuando descubre la infidelidad de Jasón, su impía espada se tiñó en la sangre
de sus dos hijos. Por fin huye a Atenas, donde se une a Egeo y donde seguirá aplicando
sus hechicerías. Calderón, igual que Ovidio, hace hincapié en los poderes mágicos de
Medea, así como en la soberbia que parece desprenderse de sus actos. Ovidio 618 volvió
sobre el tema en las Heroidas, donde, tal vez inducido por el género literario, presenta a
Medea como una mujer enamorada que se debate entre favorecer su sentimiento
amoroso, con las terribles implicaciones familiares que ello conlleva, o dejar morir al
héroe que le inspira esa pasión.
C] Pérez de Moya 619 insiste en el retrato presentado por Ovidio: Fue grande maga y muy
docta en todo género de veneno que de la tierra se engendraba, recreándose también en
sus asombrosos actos de hechicería. Curiosamente, en la declaración correspondiente,
se valora el tremendo sacrificio que Medea hubo de hacer para acompañar a Jasón, y se
presenta éste (la muerte de su padre y el despedazamiento de su pequeño hermano)
como una especie de huida del mal hacia la perfección moral que implica la figura de
Jasón. Es interesante este comentario, por cuanto entronca con la visión que implica la
617 Ov. Met. VII, 1-403 “Quid faciam, uideo, ne me ignorantia ueri / decipiet, sed amor. Servabere munere nostro,
seruatus promisa dato” 92-93. utroque / sanguine natorum perfunditur inpius ensis… 396-397.
618 Ov. Ep. XII.
619 PÉREZ DE MOYA, Filosofía secreta, IV, 53.
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