23.7. 1993 Vitoria-Gasteiz / Spain - World Federation of Music Therapy

que estos residentes no participan de Musicoterapia al
encontrarse en esta situación. Básicamente, durante
este período (diferente en cada individuo), se trabaja
sobre su integración al grupo de pares a través del
trabajo comunitario.
b) Una vez que el residente se encuentra
adaptado a la dinámica comunitaria, es nuevamente
evaluado y se lo deriva a la instancia siguiente del
tratamiento, en la cual se trabaja sobre la problemática
especifica del residente a través de los distintos
espacios psicoterapéuticos (recordamos que el
enfoque es individual-grupal y familiar a la vez).
Por último, hacia el final del tratamiento, a las
actividades anteriormente citadas, se suman el trabajo
y el estudio puertas afuera de la Comunidad
Terapéutica (bien puede ser capacitarse en una
profesión, o retomar la antigua actividad, etc).
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En dicha Institución residen adolescentes y
adultos cuyas edades oscilan entre los 13 y 42 años en
su mayoría del sexo masculino, con trastornos de tipo
adictivo (a drogas y/o alcohol). Gran parte de esta
población pertenece a una clase sociocultural baja con
escolaridad interrumpida, algunos de los cuales
acceden por propia voluntad al tratamiento y otros
acuden por decisión de la Justicia (algunos por
Juzgados de Menores), ya que se encuentran con
causas penales en curso.
Muchas veces nos preguntamos acerca de la
demanda de tratamiento de estos residentes (en
especial los más jóvenes); qué motivos los han llevado
a internarse en dicha Comunidad Terapéutica. Algunos
acuden por propia convicción luego de una experiencia
límite (sobredosis, haber recibido la confirmación de
HIV positivo). En otros casos hemos observado que
ingresan por presión, ya sea del Juez interviniente en la
causa o bien de sus padres.