23.7. 1993 Vitoria-Gasteiz / Spain - World Federation of Music Therapy

un circulo en un lugar determinado de la sala. Las
sesiones se iniciaban, ya no desplazándose la
musicoterapueta junto a Adrián, sino respondiéndole o
a veces sólo acompañándolo desde un lugar fijo con
sonidos vocales o con ritmos, comenzándose a
discriminar dos momentos en cada sesión: uno de idas
y vueltas fuera de este circulo y otro dentro de él.
Finalmente este último momento traía aparejado un
incrementos de sonidos vocales que se
entremezclaban entre diferentes posturas corporales
de Adrián. En particulares situación su mirada marcaba
su grado de conexión y a veces el pedido de continuar.
Apareció el contacto corporal que en un primer
momento fue muy confuso. La musicoterapeuta sentía
que era un objeto más. En la sesión siguiente con un
fuerte estado gripal, con fiebre y llorando,
acurrucándose sobre el cuerpo de la musicoterapeuta
que lo acunó.
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Fue este el primer contacto corporal entre Lidia y
Adrián.
Actualmente Adrián puede acercarse a la
musicoterapueta, busca su cara, toca su boca; esto
sucede cuando ella no responde a sus sonidos que han
comenzado que han comenzado a ser silábicos, tienen
una organización rítmica y el paciente puede jugar con
las intensidades mas claramente.
CASO Nº 2
Jorge actualmente tiene once años. En un principio
parecía agresivo; luego la musicoterapuea comprobó
que en realidad su manera de relacionarse era brusca.
No se conectaba tampoco con la mirada, lo que hacía
aún más difícil el acercamiento a él.