23.7. 1993 Vitoria-Gasteiz / Spain - World Federation of Music Therapy

Esto se repitió con la Elección de Jorge por las
campanas, la musicoterapeuta pudo incluirse
abriéndose así un espacio de juego sonoro y corporal,
donde Jorge por primera vez se mostró placentero.
CASO Nº 3
Paula tenia diez años cuando la musicoterapueta la
conoció. Mientras permanecía en la institución pasaba
sus horas sentada en una silla; su postura corporal era
extremadamente rígida, llevaba sus manos cerradas
hacia la boca y se las mordía, realizaba un balanceo
permanente, emitía gritos y aplaudía.
Si bien aparentaba estar totalmente desconectada del
mundo exterior, cuando la tocaban o acariciaban corría
su cuerpo para evitar el contacto.
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La musicoterapia comenzó a buscar sonidos
apostando a que provocaran algo en Paula, probó con
todos los instrumentos de percusión que tenía, pero
Paula no se conectaba con nada.
En una de las sesiones, la terapeuta decidió incorporar
el sonido de la flauta dulce, variando secuencias
melódicas, reiterándolas una una y otra vez. Luego de
un breve lapso Paula la miró a los ojos por unos
segundos, gritó y aplaudió.
La musicoterapia reconoció que ésta no era una de sus
tantas actitudes (esteriotipadas), sino que estaba
apareciendo la posibilidad de una respuesta, luego
volvía a su movimientos de rocking.
En sesiones siguientes las musicoterapeuta retomó los