23.7. 1993 Vitoria-Gasteiz / Spain - World Federation of Music Therapy

idea/convicción acerca de la tara analítica en sus
elementos esenciales. En trabajos anteriores
(Bianchedi, E. T. de (1990); Bianchedi M. et al.(1992))
hemos expresado una convicción nuestra acerca del
método y la labor en psicoanálisis: creemos que todo
cambio psíquico (o cualquier crecimientos mental)
durante el trabajo clínico es un proceso que
necesariamente se debe dar a ambos miembros de la
pareja analítica. En este trabajo vamos a referirnos al
problema de la escucha y de la interpretación
denominándolas “bi-escucha” y “bi-interpretación” para
acentuar la equivalencia de ambos participantes del
psicoanálisis en relación a esto fenómenos.
Vamos también a utilizar el concepto bioniano de “atone-ment”
(bion, 1970) para referirnos al marco mental
en el que se debe/puede estar para ser receptivo de lo
“verdadero” de la personalidad--propia empatía; es
a lo largo de este trabajo, que los elementos musicales son
fundamentales en la constitución del ser humano en cuanto miembro
comunitario de una realidad presente.
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más parecido a un “com-unión”, “ser-uno-con” o a un
término fue tomado por bion de la teología, para
aplicarlo por analogía al estado de “devenir uno” la
realidad última incognocible de la experiencia
emocional de la situación analítica. Pensamos que
solamente en ese estado (emocional y no racional) es
posible la escucha--o bi-escucha, como la llamaremos-
-tolerando el/los participantes estar “sin deseo y sin
comprensión” (Bion, 1967), al “unísono”.
Creemos que un modelo musical es apropiado para
describir y transmitir nuestras ideas. Pensamos que en
la escucha (en un estado de atención flotante de
paciente y/o analista) durante la sesión psicoanalítica
se detectan armonías--o dis-armonías--que resultan
luego en alguna melodía que se transmite (“interpreta”)
en la formulación, sea esta una asociación libre, un
modelo, una interpretación o una construcción. Y que
todo esto se da en una clave, la de “continentecontenido”
en “K” (Bianchedi, E.t. de, 1985)