23.7. 1993 Vitoria-Gasteiz / Spain - World Federation of Music Therapy

acercamiento.
En ambos pacientes el musicoterapeuta se presenta al
paciente entonando una melodía a modo de saludo,
presentando el nombre del paciente y el del
musicoterapeuta. Esta melodía surge de una mezcla
del conocimiento que el musicoterapeuta tiene de la
historia sonoro-musical del paciente y del impacto
contratransferenical que le produjo en ese momento.
Todo esto debe ser cuidadosamente elaborado en
supervisión. De esta manera del Mr. va normatizando el
modo de presentarse por medio de la música que lo
representa, respetando al máximo el contexto noverbal.
En el caso del coma, simultáneamente mantiene un
contacto corporal con el cuerpo del paciente,
generalmente en manos y brazos libres de intubación.
En cambio en el autismo el musicoterapeuta debe
esperar varias sesiones y ser muy cuidadoso antes de
pretender establecer un contacto corporal.
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A partir de esa primera sesión se van estructurando la
trama vincular en el contexto no-verbal que
caracterizará a ese vínculo y a ningún otro.
El fin del tratamiento, si es que este existe, debe ser
cuidadosamente planeado por el musicoterapeuta, el
supervisor y el equipo de salud, mucha más aún los
períodos de abandono por vacaciones u otras razones.
La situación vincular con estos pacientes es tan
delicada que incluso se pueden percibir sensaciones de
abandono en plena presencia.
En conclusión a través de lo sintáctico de esta
conferencia he querido expresar que las diferencias y
similitudes del trabajo Musicoterapéutico en pacientes
autistas y en coma, son muy sutiles y delicados,
debiendo reflexionarse en el marco vincular que
caracteriza cada paciente y su circunstancia, y en un
entorno ético comunitario.