23.7. 1993 Vitoria-Gasteiz / Spain - World Federation of Music Therapy

el que es necesario seguir investigando. La audición de
sonidos puede ser beneficiosa para el paciente (y el
equipo quirúrgico) si una selección musical
personalizada para el paciente es lo que se hace
audible en el quirófano. El tomar conciencia del
potencial del sonido para modificar el estado del
paciente es la primera base sobre la que trabaja el
musicoterapeuta. La segunda base, está dada por
acceder a un entrenamiento musicoterapéutico antes
de la operación para optimizar los resultados de la
cirugía y su etapa de recuperación.
La distinción entre recuerdo y registro de estímulos
auditivos es esencial para investigar en este área. La
ausencia de recuerdos y memoria de eventos que
ocurrieron durante un estado alterado de conciencia
(tal como al que induce la anestesia) no
necesariamente indican una falta de registro.
Se sabe que existen determinados factores que
aumentan las probabilidades de tener percepciones
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auditivas durante la anestesia, tales como problemas
cardiovasculares, adicción a drogas, alcohol o
fármacos, embarazos, abortos y cirugías previas.
El sonido no solo es perceptible y decodificable por vía
auditiva, sino que todo el organismo está involucrado
en su recepción. El principio físico que rige ésta
afirmación es que toda célula en el cuerpo humano
vibra a una determinada frecuencia, y por ende
también irradia y absorbe esas frecuencias específicas.
La Teoría Luminison, creada en el año 1970 en Buenos
Aires - Argentina, por el Dr. Ricardo Struzer, enuncia
que todo instrumento musical fue creado a imagen y
semejanza de una parte de nuestro organismo, y por
ende la frecuencia que ese instrumento emita va a
dirigirse directamente a la zona de referencia. Basada
es estos principios, selecciono las melodías y los
instrumentos que compondrán las cintas anestésica y
quirúrgica que luego detallaré.