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Hannah Arendt L o s o r í g e n e s d e l t o t a l i t a r i s m o 115juntos en un solo y hediondo perdón a hombres de honor y a pil<strong>los</strong>. Todos han sido arrojados a lamisma marmita» 97 . Clemenceau quedó, como al principio, profundamente solo. Los socialistas,sobre todo Jaurès, dieron la bienvenida tanto al perdón como a la amnistía. ¿Acaso no se lesaseguraba un puesto en el Gobierno y una representación más amplia de sus intereses específicos?Unos meses más tarde, en mayo de 1900, cuando el éxito de la Exposición ya estaba asegurado,apareció por fin la auténtica verdad. Todas aquellas tácticas apaciguadoras serían a expensas de <strong>los</strong>dreyfusards. La moción en pro de una ulterior revisión fue derrotada por 425 votos contra 60, y nisiquiera el propio Gobierno de Clemenceau, en 1906, se atrevió a confiar la revisión a un Tribunalordinario de Justicia. La absolución (ilegal) a través <strong>del</strong> Tribunal de Casación fue un compromiso.Pero la derrota de Clemenceau no significó la victoria para la Iglesia y el Ejército. La separación <strong>del</strong>a Iglesia y <strong>del</strong> Estado y la prohibición de la enseñanza parroquial dio al traste con la influenciapolítica <strong>del</strong> catolicismo en Francia. De forma similar, el sometimiento <strong>del</strong> servicio de informaciónal Ministerio de la Guerra, es decir, a la autoridad civil, privó al Ejército de su influencia dechantaje sobre el Gobierno y la Cámara y le retiró cualquier posibilidad de realizar investigacionespolicíacas por su propia cuenta.En 1909, Drumont presentó su candidatura a la Academia. Antaño, su antisemitismo había sidoelogiado por <strong>los</strong> católicos y aclamado por el pueblo. Ahora, sin embargo, «el más grande historiadordesde Fustel» (Lemaître) se vio obligado a dejar paso a Marcel Prévost, autor de la en cierto modopornográfica Les demi-vierges, y el nuevo «inmortal» recibió las felicitaciones <strong>del</strong> padre jesuita DuLac 98 . Incluso la Compañía de Jesús había dado fin a su pugna con la III República. El cierre <strong>del</strong>caso Dreyfus marcó el final <strong>del</strong> antisemitismo clerical. El compromiso adoptado por la IIIRepública absolvió al acusado sin otorgarle un proceso regular, mientras que restringía lasactividades de las organizaciones católicas. En tanto que Bernard Lazare pedía iguales derechospara ambos bandos, el Estado había formulado una excepción para <strong>los</strong> judíos y otra que amenazabala libertad de conciencia de <strong>los</strong> católicos 99 . Las partes en conflicto quedaron ambas fuera de la ley,con el resultado de que la cuestión judía, por una parte, y el catolicismo político, por otra, quedaronen a<strong>del</strong>ante proscritos <strong>del</strong> terreno de la política práctica.Así se cierra el único episodio en el que las fuerzas subterráneas <strong>del</strong> siglo XIX emergieron a laplena luz de la historia escrita. El único resultado visible fue que dio nacimiento al movimientosionista —la única respuesta política que <strong>los</strong> judíos hallaron frente al antisemitismo y la únicaideología en la que llegaron a tomar en serio una hostilidad que les colocaría en el centro de <strong>los</strong>acontecimientos mundiales.97 Véase la carta de Zola fechada el 13 de septiembre de 1899, en Correspondance: lettres a Maître Labori98 Véase HERZOG, op. cit., p. 97.99 La posición de Lazare en el affaire está muy bien descrita por CHARLES PÉGUY en «Notre Jeunesse», Cahiers <strong>del</strong>a quinzaine, París, 1910. Considerándole como el verdadero representante de <strong>los</strong> intereses judíos, Péguy formula lasdemandas de Lazare de la siguiente manera: «Era un partidario de la imparcialidad de la ley. Imparcialidad de la ley enel caso Dreyfus, ley imparcial en el caso de las Órdenes religiosas. Esto parece una broma; esto puede llevar lejos. A élle condujo al aislamiento en la muerte» (traducción tomada de la Introducción a Job's Dungheap, de Lazare). Lazare fueuno de <strong>los</strong> primeros dreyfusards que protestó contra la ley relativa a las congregaciones religiosas.

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