12.07.2015 Views

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Hannah Arendt L o s o r í g e n e s d e l t o t a l i t a r i s m o 302posición como jefe de las SA y escogió, como reorganizador de las SS, a Himmler, un hombre sinel más leve conocimiento de cuestiones militares.Aparte de la importancia de las formaciones de élite para la estructura organizativa <strong>del</strong>movimiento, donde constituyen el núcleo cambiante de la militancia, su carácter paramilitar debeser comprendido en relación con otras organizaciones profesionales <strong>del</strong> partido, tales como las demaestros, abogados, médicos, estudiantes, profesores universitarios, técnicos y obreros. Todas estasorganizaciones eran primariamente duplicados de las existentes asociaciones profesionales nototalitarias, paraprofesionales de la misma manera que las tropas de asalto eran paramilitares.Resultó característico que cuanto más claramente se convirtieron <strong>los</strong> partidos comunistas europeosen ramas de un movimiento bolchevique dirigido desde Moscú, más emplearon también susorganizaciones frontales para competir con <strong>los</strong> grupos puramente profesionales. La diferencia entre<strong>los</strong> nazis y <strong>los</strong> bolcheviques en este aspecto fue sólo que <strong>los</strong> nazis presentaban una pronunciadatendencia a considerar a estas formaciones paraprofesionales como parte de la élite <strong>del</strong> partido,mientras que <strong>los</strong> comunistas preferían reclutar de ellas el material para sus organizaciones frontales.El factor importante para <strong>los</strong> movimientos es que, incluso antes de conquistar el poder, daban laimpresión de que todos <strong>los</strong> elementos de la sociedad se hallaban encarnados en sus filas (el objetivoúltimo de la propaganda nazi consistía en organizar a todo el pueblo alemán como simpatizantes) 77 .Los nazis dieron un paso más en este juego y establecieron una serie de Departamentos ficticios,mo<strong>del</strong>ados conforme a <strong>los</strong> Ministerios de Administración regular <strong>del</strong> Estado, tales como su propioDepartamento de Asuntos Exteriores, Educación, Cultura, Deporte, etc. Ninguna de estasinstituciones poseía más valor profesional <strong>del</strong> que poseía la imitación <strong>del</strong> Ejército representada porlas tropas de asalto, pero juntas crearon un mundo perfecto de apariencias en el que cada realidad<strong>del</strong> mundo no totalitario era servilmente duplicada en forma fraudulenta.Esta técnica de duplicación, ciertamente inútil para el derrocamiento directo <strong>del</strong> Gobierno,demostró ser extremadamente fructífera en la tarea de minar activamente las instituciones existentesy en la «descomposición <strong>del</strong> statu quo 78 , que invariablemente prefieren las organizacionestotalitarias a una abierta demostración de fuerza. Si es tarea de <strong>los</strong> movimientos «abrirse caminocomo pólipos hacia todas las posiciones de poder» 79 , entonces tienen que estar dispuestos paraocupar cualquier específica posición social o política. Conforme con su reivindicación de unadominación total, se considera que cada grupo singular organizado de la sociedad no totalitariapresenta un reto específico que exige que el movimiento lo destruya; cada uno de esos gruposprecisa, por así decirlo, un instrumento específico de destrucción. El valor práctico de las falsasorganizaciones surgió a la luz cuando <strong>los</strong> nazis conquistaron el poder y se mostraroninmediatamente dispuestos para destruir la organización existente de maestros mediante otraorganización de maestros, <strong>los</strong> existentes colegios de abogados mediante una asociación de abogadospatrocinada por <strong>los</strong> nazis, etc. De la mañana a la noche pudieron cambiar toda la estructura de lasociedad alemana y no simplemente la vida política —precisamente porque habían preparado suexacto duplicado dentro de sus propias filas—. En este aspecto, la tarea de las formacionesparamilitares concluyó cuando la jerarquía militar regular pudo ser colocada durante las últimasfases de la guerra bajo la autoridad de las SS generales. La técnica de esta «coordinación» fue taningeniosa e irresistible como fue rápida y radical la deterioración de las normas profesionales,aunque estos resultados fueron más inmediatamente advertidos en el campo muy técnico yespecializado de la actividad bélica que en cualquier otra parte.Si la importancia que para <strong>los</strong> movimientos totalitarios tienen las formaciones paramilitares nodebe buscarse en su dudoso valor militar, tampoco cabe hallarla completamente en su falsificaciónde un Ejército regular. Como formaciones de élite se encuentran más claramente separadas <strong>del</strong>mundo exterior que cualquier otro grupo. Los nazis comprendieron muy pronto la íntima relación77 HITLER, op. cit., libro II, cap. XI, declara que la propaganda trata de imponer una doctrina a todo un pueblo,mientras que la organización incorpora sólo a una proporción relativamente pequeña de sus miembros más militantes.Compárese también con G. NEESSE, op. cit.78 HITLER, op. cit., loc. cit.79 HADAMOVSKY, op. cit., p. 28.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!