12.07.2015 Views

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Hannah Arendt L o s o r í g e n e s d e l t o t a l i t a r i s m o 38Antes de <strong>los</strong> edictos de emancipación, cada corte y cada monarca de Europa contaban con unjudío palaciego que manejaba <strong>los</strong> asuntos financieros. Durante <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> XVI I y XVIII estos judíospalaciegos fueron siempre individuos aislados que tenían a su disposición conexiones intereuropeasy crédito intereuropeo, pero que no formaban una entidad financiera internacional 6 . Característicade estos tiempos, en <strong>los</strong> que <strong>los</strong> judíos aislados y las primeras y pequeñas ricas comunidades judíaseran más poderosos de lo que lo serían después en cualquier momento <strong>del</strong> siglo XIX 7 , era lafranqueza con que se discutía su status privilegiado y su derecho a poseerlo y el cuidadosoreconocimiento que las autoridades otorgaban a la importancia de sus servicios al Estado. No existíala más ligera duda o ambigüedad sobre la relación entre <strong>los</strong> servicios prestados y <strong>los</strong> privilegiosconcedidos. Judíos privilegiados recibieron corrientemente títu<strong>los</strong> de nobleza en Francia, Baviera,Austria y Prusia: incluso exteriormente eran más que simples hombres acaudalados. El hecho deque <strong>los</strong> Rothschild tropezaran con tantas dificultades en la reivindicación de un título ya aprobadopor el Gobierno austríaco (lo lograron en 1817) fue la señal de que había concluido todo un período.A finales <strong>del</strong> siglo XVIII resultaba ya claro que ninguno de <strong>los</strong> estamentos o clases en <strong>los</strong>diferentes países deseaba o era capaz de llegar a convertirse en la nueva clase rectora, es decir, deidentificarse con el Gobierno como lo había hecho la nobleza durante sig<strong>los</strong> 8 . No se encontrósustituto de la monarquía absoluta, y esto condujo al completo desarrollo de la Nación-Estado y a sureivindicación de hallarse por encima de todas las clases y de ser completamente independiente <strong>del</strong>a sociedad y de sus intereses particulares, como auténtica y única representante de la nación enconjunto. Determinó, por otra parte, un ensanchamiento de la fosa entre el Estado y la sociedad enla que permanecía el cuerpo político. Sin esto no habría necesidad, ni siquiera posibilidad, deintroducir a <strong>los</strong> judíos dentro de la historia europea en términos de igualdad.Cuando fracasaron todos sus intentos de aliarse con una de las grandes clases de la sociedad, elEstado decidió establecerse por sí mismo como un tremendo complejo empresarial. En realidad,exclusivamente con fines administrativos; pero la gama de intereses, financieros y de otro tipo, y <strong>los</strong>costes fueron tan grandes que a partir <strong>del</strong> siglo XVIII ya no hay más remedio que reconocer laexistencia de una esfera especial de actividades empresariales <strong>del</strong> Estado. El crecimientoindependiente de tales actividades fue provocado por un conflicto con las fuerzas financieramentepoderosas de la época, con la burguesía, que optó por las inversiones privadas, temerosa de todaintervención <strong>del</strong> Estado, y que se negó a participar económicamente de forma activa en lo queparecía ser una empresa «improductiva». Así <strong>los</strong> judíos fueron la única parte de la poblacióndispuesta a financiar <strong>los</strong> comienzos <strong>del</strong> Estado y a ligar su destino a su ulterior evolución. Con sucrédito y sus relaciones internacionales se hallaban en una posición excelente para ayudar a la6 Este fue el caso en Inglaterra desde el banquero Marrano de la reina Isabel y <strong>los</strong> financieros judíos de <strong>los</strong> ejércitos deCromwell hasta uno de <strong>los</strong> doce corredores judíos admitidos en la Bolsa de Londres, <strong>del</strong> que se decía que manejaba lacuarta parte de todos <strong>los</strong> empréstitos públicos de la época (véase, de SALO W. BARON, A Social and Religious Historyof the Jews, 1937, vol. II: Jews and Capitalism); en Austria, donde en sólo cuarenta años (1695-1739) <strong>los</strong> judíosconcedieron al Gobierno créditos por un valor total superior a <strong>los</strong> 35 millones de florines y donde la muerte de SamuelOppenheimer en 1703 determinó una grave crisis financiera tanto para el Estado como para el emperador; en Baviera,donde, en 1808, el 80 por 100 de todos <strong>los</strong> empréstitos públicos eran respaldados y negociados por judíos (véase, de M.GRUNWAL, Samuel Oppenheimer und sein Kreis, 1913); en Francia, donde las condiciones mercantiles eranespecialmente favorables para <strong>los</strong> judíos, Colbert alabó ya su gran utilidad para el Estado (BARON, op. cit., loc. cit.), ydonde a mediados <strong>del</strong> siglo XVIII el judío alemán Liefman Calmer fue hecho barón por un rey agradecido que apreció<strong>los</strong> servicios y la lealtad a «Nuestro Estado y a Nuestra Persona» (ROBERT ANCHEL, «Un Baron juif français au 18esiècle, Liefman Calmer», en Souvenir et Science, I, pp. 52-55); y también en Prusia, donde fueron ennoblecidos <strong>los</strong>Münzjuden de Federico II y donde, a finales <strong>del</strong> siglo XVIII, 400 familias judías formaban uno de <strong>los</strong> grupos másacaudalados de Berlín. (Puede hallarse una de las mejores descripciones de Berlín y <strong>del</strong> papel de <strong>los</strong> judíos en lasociedad de finales <strong>del</strong> siglo XVIII en Das Leben Schleiermachers, de WILHELM DILTHEY, 1870, pp. 182 y ss.)7 A comienzos <strong>del</strong> siglo XVIII, <strong>los</strong> judíos de Austria consiguieron que fuera prohibida la obra de Eisemenger EntdecktesJudentum, 1703; y al final <strong>del</strong> siglo, El mercader de Venecia podía ser representada en Berlín sólo con un pequeñoprólogo en el que se pedía disculpas a la audiencia judía (no emancipada).8 La única e irrelevante excepción pudo ser la de <strong>los</strong> recaudadores fiscales, denominados fermiers-généraux en Francia,que adquirían <strong>del</strong> Estado el derecho a cobrar impuestos, garantizando al Gobierno una cantidad fija. De esta actividadobtuvieron sus grandes riquezas y dependieron directamente de la monarquía absoluta, pero constituían un grupodemasiado pequeño y también un fenómeno demasiado aislado para ser económicamente influyentes por sí mismos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!